Díaz Ferrán deja claro a las sectoriales 'rebeldes' que seguirá al frente de CEOE

Gerardo Díaz Ferrán afrontaba la Junta Directiva celebrada el pasado miércoles en CEOE bajo la sombra de una fenomenal reprobación. No en vano varias organizaciones sectoriales críticas habían acordado durante una cena celebrada el lunes expresar al patrón de patrones su oposición a que continúe al frente del empresariado. Sin embargo, el ex dueño de Marsans parece inmune a las reconvenciones. Es más, Díaz Ferrán aprovechó los interludios del cónclave para dejar claro a quienes le trasladaron ese malestar que él ha resuelto todos sus problemas empresariales y hasta se ofreció para explicarles detalladamente su situación.

Entre ellos, a Jesús Banegas, vicepresidente de CEOE y presidente de la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España (Aetic), la figura más visible de la cena celebrada el lunes. Al foro también asistieron otras sectoriales menores, como la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), representada por su presidente, Rafael Calvo. Eso sí, Díaz Ferrán logró que todo fuera a media luz. La Junta fue en un paseo militar para él, hasta el punto de que no se produjo ni una sola intervención que cuestionara su continuidad. Paradójico cuando buena parte de las organizaciones integradas en CEOE denuncian sotto voce el deterioro que viene sufriendo por su culpa la imagen de los empresarios.

En su burbuja, Díaz Ferrán es al menos coherente en su discurso. El mismo martes aseguraba al diario El Mundo que su intención era seguir a cualquier precio. “Ya he vendido mis empresas y no he hecho nada ilegal”, puntualizaba, añadiendo que tiene reuniones frecuentes con las organizaciones sectoriales “y nadie me ha pedido que me vaya”. Zanjaba la cuestión el presidente con un aviso a navegantes: “Mi intención es agotar el mandato y seguir representando a los empresarios en la lucha contra la crisis económica”. Un planteamiento que no convence demasiado en el entorno de la cena en cuestión. “Si no da una respuesta convincente a esas sectoriales, tendrá problemas en próximas reuniones”, se asegura.

“Ha venido con fuerza de su viaje con el presidente del Gobierno por China y Japón y no se plantea otra cosa que no sea continuar”, aseguraban a El Confidencial fuentes próximas a Díaz Ferrán una semana antes de la Junta Directiva. Todo una declaración de intenciones sobre la voluntad del presidente. Ahora bien, por mucho empeño en el envite que pongan las sectoriales, toda decisión tiene que venir de las territoriales clave. No ya desde Fomento del Trabajo, con Juan Rosell, o de los empresarios andaluces, con Santiago Herrero. Sobre todo desde la toma de conciencia por parte de Arturo Fernández, presidente de los madrileños, respecto a que la continuidad de su cuñado en CEOE es una causa perdida.

El turismo, contra su continuidad

Más doloroso tuvo que resultar para Díaz Ferrán la toma de posición efectuada ayer por Exceltur, que integra a las principales empresas del sector turístico. Un círculo al que no hace mucho pertenecía como dueño Marsans. Iberia, Barceló, NH Hoteles o Globalia subrayaron que su cogestión del grupo turístico ha causado “daños a la imagen del turismo español” y “perjuicios” para miles de trabajadores, clientes, pymes y empresas turísticas proveedores. Con inusitada dureza, estiman que está incapacitado para presidir la patronal por “rehuir las responsabilidades y compromisos adquiridos” por su empresa ante terceros, así como por las causas judiciales en curso.

Los empresarios turísticos van más allá y subrayan que Exceltur “observará con todas las reservas” las iniciativas de Díaz Ferrán que pudieran afectar a los intereses del sector turístico español. Toda una muestra de desconfianza que puede sufrir en sus carnes Joan Gaspart, recién nombrado presidente del Consejo de Turismo de CEOE en sustitución del socio de Díaz Ferrán, Gonzalo Pascual. El presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes (FEAVV), Rafael Gallego, ya adelantaba recientemente el sentir del sector en conversación con este diario. “Díaz Ferrán es un presidente en precario y hace tiempo que tenía que haberse ido”, lanzaba.

En esta línea, añadía que “su continuidad hace daño a todos los representantes empresariales de este país” y hasta vinculaba la designación de Gaspart con la situación que vive Díaz Ferrán en el seno de la patronal. “Se ha perdido una buena ocasión para operar un cambio generacional. La trayectoria de Gaspart es indiscutible. Pero en su elección han pesado razones que van más allá del interés del Consejo”, aseguró sin esconder su disgusto por la situación en CEOE.