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Vuelven las preferentes: las cajas tirarán de ellas para evitar el FROB
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LAS ENTIDADES QUE SUSPENDIERON LOS TEST DE ESTRÉS

Vuelven las preferentes: las cajas tirarán de ellas para evitar el FROB

Las cuatro agrupaciones de cajas de ahorros que suspendieron en julio los test de estrés europeos recurrirán a un viejo conocido de los ahorradores españoles para

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Vuelven las preferentes: las cajas tirarán de ellas para evitar el FROB

Las cuatro agrupaciones de cajas de ahorros que suspendieron en julio los test de estrés europeos recurrirán a un viejo conocido de los ahorradores españoles para recapitalizarse: las participaciones preferentes. Estos instrumentos les permitirán elevar el ratio de capital Tier 1, que es el que se ha tomado en consideración en dichas pruebas, de forma que minimicen o incluso sustituyan el recurso al dinero público del FROB. Dada la difícil situación de los mercados mayoristas, tendrán que venderlas a sus clientes minoristas a través de su red de oficinas, como hizo masivamente toda la banca española en 2009.

Las cajas que suspendieron las pruebas de esfuerzo son Caixa Catalunya-Manresa-Tarragona, que requieren 1.032 millones de euros para alcanzar el mínimo del 6% de Tier 1; Caja Duero-España, con unas necesidades de 127 millones; Unimm (Caixa Sabadell-Terrassa-Manlleu), con un déficit de 270 millones; y Banca Cívica (Caja Navarra-Canarias-Burgos), que tiene que conseguir 406 millones. En todos los casos, deben contar con estos fondos antes de fin de año.

Según fuentes del Banco de España, estas entidades deben presentar primero un plan de recapitalización privado que aporte el grueso de ese capital, de forma que el FROB sólo se haga cargo de la diferencia que falte para llegar a las citadas cantidades. Este plan puede contemplar dos vías principales: venta de activos o emisiones de títulos que computen como capital.

En el primer caso, es muy probable que las cajas suspendidas pongan a la venta algunas de sus participaciones industriales, aunque no será fácil conseguir buenos precios por ellas dado que se trata de ventas forzadas en las que el comprador tiene todo el poder negociador. La opción más fácil sería Iberdrola, donde ACS quiere adquirir las participaciones de las cajas en la batalla de Florentino Pérez contra Ignacio Sánchez Galán. Caja Duero-España posee un 1% de la eléctrica (valorado en 292 millones, lo que arreglaría de un plumazo sus problemas) y Banca Cívica, el 0,5%.

La segunda opción ya ha sido puesta en marcha precisamente por esta entidad con la entrada del fondo JC Flowers, que ha aportado 450 millones a través de bonos convertibles en las acciones que tendrá Banca Cívica cuando se transforme en banco y salga a cotizar a bolsa. Sin embargo, no parece fácil que las demás agrupaciones de cajas que han suspendido puedan repetir esta jugada, ni tampoco realizar los cambios jurídicos necesarios para emitir acciones o cuotas participativas de aquí a diciembre.

Bombardeo de preferentes a los clientes, otra vez

Por tanto, no tendrán más remedio que recurrir a las preferentes para reducir el aporte de dinero público. Estas participaciones son híbridos de capital y deuda que pagan un tipo de interés -siempre que la entidad tenga beneficios- y no tienen vencimiento, es decir, son perpetuas. Aunque no se consideran capital de primera calidad (core capital), sí computan dentro del Tier 1, que es el ratio que se ha tomado como baremo para los test de estrés. Algo sorprendente, por otro lado, porque este ratio está en vías de extinción con la reforma de Basilea III y porque, en todo caso, las preferentes españolas van a dejar de ser válidas para su cálculo.

La mayoría de los bancos y cajas españoles se lanzaron a emitir masivamente estos instrumentos en 2009 ante las exigencias de los mercados de que las entidades reforzaran su capital después de la quiebra de Lehman Brothers y la nacionalización generalizada de la banca mundial. Pero, ante la desconfianza de los inversores internacionales, tuvieron que colocarlas en sus redes de oficinas, algo que desató una fuerte polémica porque no son una inversión adecuada para la inmensa mayoría de los particulares -pese a que se vendieron como alternativa a los depósitos- y porque su precio fue muy superior al de mercado. La CNMV advirtió de estas circunstancias en reiteradas ocasiones.

Ahora parece que se repetirá la jugada con las cajas suspendidas, puesto que los mercados siguen sin fiarse de la banca española, y mucho menos de las cajas. "Si después de los test de estrés sólo han sido capaces de emitir deuda Santander, BBVA y Bankinter, parece muy difícil que unas cajas de ahorros que además han suspendido puedan colocar nada en los mercados, y mucho menos un instrumento que es de los menos seguros para los inversores", opina un analista del sector financiero.

Las cuatro agrupaciones de cajas de ahorros que suspendieron en julio los test de estrés europeos recurrirán a un viejo conocido de los ahorradores españoles para recapitalizarse: las participaciones preferentes. Estos instrumentos les permitirán elevar el ratio de capital Tier 1, que es el que se ha tomado en consideración en dichas pruebas, de forma que minimicen o incluso sustituyan el recurso al dinero público del FROB. Dada la difícil situación de los mercados mayoristas, tendrán que venderlas a sus clientes minoristas a través de su red de oficinas, como hizo masivamente toda la banca española en 2009.

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