Dimite el comité ejecutivo de Marsans por discrepancias con Díaz Ferrán y Pascual

Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán han asumido a la fuerza todo el trabajo existente en Viajes Marsans. Como propietarios, nunca han dejado de tener el poder, pero desde el martes de esta semana, lo hacen también como primeros ejecutivos de la compañía después de que el comité de crisis que fue presentado a mediados de abril tras la marcha de su director general dimitiera de sus funciones, según han confirmado oficialmente a este diario varios de los integrantes del equipo.

 

Las discrepancias mantenidas con los dos accionistas de Marsans, tanto por el proceso de venta como por algunas decisiones gerenciales tomadas estas semanas, han provocado la renuncia del equipo anticrisis formado por el subdirector general, Vicente Muñoz, y los directores regionales del grupo. Este comité ejecutivo se formó después de que el máximo responsable, José María Lucas, abandonara sus responsabilidades en pleno proceso de reestructuración de la agencia de viajes.

Tras la disolución de este equipo, Díaz Ferrán y Pascual cargan con todo el peso de Marsans. Desde hace un mes y medio, los dos asesores que trabajaban para la agencia en el proceso de reestructuración, el despacho Uría Menéndez como asesor legal y Deloitte como consultora, se desvincularon del proceso al quedar agotadas todas las vías de salvación planteadas. Desde ese momento, la compañía decidió hacer todo el trabajo de manera interna y delegó plenos poderes al equipo especial creado.

En la actualidad, Gonzalo Pascual ha asumido el protagonismo en las negociaciones para la eventual venta de Marsans. El enésimo intento de cerrar la operación vuelve a estar teñido de luces y sombras al conocerse la identidad del interlocutor en la compra, Iván Losada, perteneciente a un bufete valenciano -Aszendia- especializado en concursal, y la de su representado, Ángel Olmos, propietario del grupo NFD, una constructora con la que ha participado en compañías en liquidación, como Teconsa.

Precisamente, un eventual comprador de Marsans, que también se interesó por Air Comet, ha quedado abortado tras su detención por parte de la Policía Nacional. Como ayer informó este diario, el empresario catalán Josep Xicola, último propietario de Fincas Corral, estaba a punto de formalizar la compra de Marsans a pesar de acumular un reguero de deudas y denuncias en instancias oficiales -Hacienda, Seguridad Social, Ayuntamientos- y en juzgados, y estar acusado de asociación ilícita, estafa e insolvencia punible.

Límite 48 horas

Mientras tanto, ayer miércoles, Gonzalo Pascual se reunió con los delegados regionales de las 200 agencias asociadas a Marsans para solicitarles un plazo de 48 horas que les permita cerrar la venta de la compañía. Mientras tanto, las agencias asociadas recibieron una carta en la que se establecen las condiciones para una salida futura de la compañía en caso de que finalmente se cierre la venta, siempre tras una negociación individual, aunque impide incorporarse a otro mayorista hasta que no esté terminado el proceso.

Sin embargo, desde las agencias asociadas no han recibido con agrado la nueva petición de Pascual y Díaz Ferrán. De hecho, han amenazado con emprender acciones legales contra Marsans en caso de que no se les permite librarse de sus compromisos contractuales, los cuales cuentan con unos avales que rondan los 20.000 ó 30.000 euros, aunque "en algunos casos llegan a los 60.000 euros", según explicaron algunos de los interesados. De momento, todo queda comprometido al viernes.