Grecia lanza una emisión de obligaciones a siete años

Grecia ha lanzado hoy una emisión de obligaciones a siete años, cuatro días después de que la Eurozona aprobara un plan de rescate de la endeudada economía de ese país. La emisión es gestionada por los bancos griegos Alpha Bank y Emporiki junto con los grupos financieros internacionales Société Générale, Crédit Agricole, ING y Merryl Linch, anunció el organismo griego de gestión de la deuda.

Según una fuente de mercado citada por AFP, el monto de la operación no fue precisado antes del lanzamiento y dependerá de la demanda de los inversores. La Eurozona aprobó la semana pasada un plan basado en la creación de un marco europeo de préstamos bilaterales para Grecia -uno de los 16 países miembros de ese espacio monetario- complementado con una ayuda "sustantiva" del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Grecia tiene una deuda cercana a los 300.000 millones de euros (406.000 millones de dólares), con un déficit público que alcanzó en 2009 el 12,7% de su Producto Interior Bruto (PIB), muy por encima del 3% autorizado por la Unión Europea (UE, formada por 27 países, incluyendo los 16 de la Eurozona).

Según los responsables del emisor griego, el país necesita al menos colocar 16.000 millones de euros en deuda nueva en las próximas semanas para poder afrontar sus obligaciones. Actualmente, la deuda griega a siete años tiene un cupón del 4,3% y una rentabilidad del 6,01%. Antes del anuncio de la emisión, el diferencial entre el bono griego a diez años y el 'bund' alemán se ha estrechado 4 puntos básicos hasta los 311 puntos, según los datos recogidos por Reuters.

El Banco Central Europeo (BCE) anunció la semana pasada que mantendrá más allá del presente ejercicio el alivio en el umbral de calidad mínima exigible a la deuda presentada como garantía ante la institución emisora en las operaciones de adjudicación de liquidez de la entidad, lo que resta presión a la deuda griega, que estaba al borde de perder la condición de eligibilidad si el BCE hubiera restaurado como estaba previsto a partir de 2011 los umbrales mínimos de calidad habituales de la institución.

Esta decisión alivió a Grecia. La deuda pública del país heleno se encontraba en peligro de perder a partir de 2011 la condición de eligibilidad en las operaciones de suministro de liquidez del BCE, ya que tras las últimas rebajas de 'rating' por parte de las principales agencias sólo Moody's, con una nota de 'A2', otorgaba a la deuda helena una calificación suficiente bajo la normativa habitual del BCE, que exige una calificación mínima de 'A-' por al menos una de las tres principales agencias de 'rating' (S&P, Moody's y Fitch).