La crisis de la automoción augura un verano de movilizaciones en Cataluña

Pésima semana para el sector de la automoción catalana, y todo apunta a que no será la última. Más de 1.250 trabajadores se han enfrentado en los últimos siete días a un expediente de regulación de empleo. De poco han servido los viajes al extranjero del presidente de la Generalitat, José Montilla, con el objetivo de salvar puestos de trabajo de la industria catalana. La situación del sector aleja a esta comunidad de los brotes verdes avistados por el Gobierno, y pone en evidencia que la automoción sigue sumido en una profunda crisis. Además, los sindicatos alertan de que lo peor podría llegar tras el verano.

 

Hace apenas una semana, cuando el gobierno catalán sacaba pecho por la inauguración de la nueva terminal del aeropuerto de Barcelona, las principales empresas con las que el propio Montilla se había comprometido a conservar los puestos de trabajo presentaban sus planes de regularización para prescindir de buena parte de sus plantillas.

Uno de los principales fracasos lo ha sufrido con el fabricante de neumáticos Pirelli. La multinacional italiana ha presentado al Departamento de Trabajo, dirigido por Mar Serna, un expediente por el que se despide a todos los trabajadores de la fábrica de Manresa. En total son 491 personas las que se quedarán sin trabajo, a las que hay que sumar las 462 que ya fueron despachadas en los pasados recortes de plantilla de este mismo año.

 

El infructuoso viaje de Montilla a Japón

Fue el propio Montilla quien visitó al presidente del Grupo Pirelli, Marco Tonchetti, hace ahora un año. En esa breve visita a Milán, Tonchetti prometió al president y al consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet (ERC), que la factoría seguiría su actividad en Manresa. Finalmente la multinacional no ha cumplido su palabra, aunque ha ofrecido la posibilidad de rescatar 130 trabajadores para una nueva industria que quiere instalar en la comarca catalana del Bages.

El segundo viaje del presidente de la Generalitat, que parece que tampoco ha servido de mucho para acabar con el goteo de destrucción de empleo, fue el que realizó el pasado mes diciembre a Japón.  En su periplo por el continente asiático se reunió con la cúpula directiva de Nissan, en plena crisis de las plantas de fabricación en Cataluña. En esa ocasión la multinacional japonesa retiró el plan de recesión de 1.680 empleos que tenía en mente.

 

Concentración de los trabajadores de Nissan

Sin embargo, las promesas de Nissan no se han cumplido. La mala situación de las plantas de fabricación no se ha solucionado y la semana pasada la empresa presentó un ERE que afectará a 581 trabajadores, que van a ser despedidos. Ante esta situación, los trabajadores -tras ocho meses de negociaciones para conseguir un plan de viabilidad para su fábrica- no se van a quedar de brazos cruzados y han anunciado para hoy mismo una concentración en las fábricas de la Zona Franca de Barcelona y de Montcada y Reixac.

Otra empresa que se comprometió con Montilla, tras su paso por Japón, en mantener su plantilla en Cataluña fue el fabricante de motocicletas y ciclomotores Yamaha. Pero tampoco esta multinacional ha cumplido con el compromiso que adquirió frente al presidente. Yamaha ha puesto sobre la mesa un ERE temporal para 184 trabajadores, lo que significa el 47% de la plantilla de su fábrica de Palau-Solità i Plegamans (Barcelona).

Según la firma, la producción ha disminuido un 28% respecto a lo que tenían previsto y “han de afrontar un segundo semestre con mayores garantías de viabilidad”. La intención de Yamaha es evitar la interrupción total de la producción, y por eso determinadas secciones de la planta cesarán su actividad de manera alternativa. Este miso lunes, la empresa y los sindicatos realizarán la primera reunión para negociar el expediente.