¿Dónde está el límite de Rafa Nadal?

Rafael Nadal es un verdadero monstruo del tenis. El reciente ganador del Abierto de Australia está demostrando ser el mejor tenista del momento, y está llamado a entrar en la historia como uno de los grandes. Con el paso de los años, su madurez ha dejado algo de lado esa impulsividad que otorga la juventud. Ahora, es más reflexivo, medita mejor los golpes, y gasta menos energía en celebrar cada punto.

 

Además, se ha aclimatado a competir a la perfección en todas las superficies. Si bien su punto más fuerte es la tierra batida, poco a poco ha ido limando sus pequeños defectos en otros pisos más rápidos. Tanto es así, que tanto en hierba como en pista rápida, se está consolidando como uno de los mejores del momento, un hecho que lo hace aún más fuerte ante sus rivales. Pero, ¿dónde está su límite?

Con el cetro australiano, Nadal se ha alzado con seis Grand Slam: cuatro Roland Garros, un Wimbledon y un Abierto de Australia. Tan sólo le queda el US Open para lograr alzarse con los cuatro títulos más importantes del tenis mundial. Además, debe recordarse que fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín y, de no ser por una inoportuna lesión, hubiera disputado la final de la Copa Davis con el combinado nacional, si bien es cierto que participó en el resto de eliminatorias.

Desde el norteamericano André Agassi, el número uno del mundo ha sido el primer tenista en conseguir vencer sobre tres superficies diferentes, un hito que ni tan siquiera ha logrado un mago de la raqueta como es Roger Federer. Tan sólo dos jugadores han logrado hacerse con los cuatro Grand Slam en un año: Don Budge (1938) y Rod Laver en dos ocasiones (1962 y 1969). ¿Es posible que Nadal lo consiga este año?

Lo cierto es que se antoja bastante complicado pero, partiendo de la base de que el español ya ha logrado el primero en unas condiciones extremas, nada es descartable. Hay que tener en cuenta que Nadal ha conseguido este título después de haber jugado un partido extenuante ante Fernando Verdasco (el más largo de la historia del torneo), y, por tanto, bastante mermado físicamente. Si en estas condiciones es capaz de ganar al número dos del tenis, ¿de qué no es capaz?

El siguiente torneo en llegar será Roland Garros (25 de mayo). En tierras galas, ya conocen de sobra a Nadal, ganador en cuatro ocasiones del título, por lo que su consecución no sería para nada descabellada. Es un torneo que se disputa sobre tierra batida, una superficie que el español domina a la perfección, lo que le concede, si cabe, más ventaja. A continuación, llegará Wimbledon (22 de junio), un torneo que lograra por primera vez el pasado año, tras vencer en la final, de nuevo, a Federer. Nadal ya conoce lo que es ganar sobre la hierba del All Englad Club, un torneo en el que, en sus distintas participaciones, ha ido mejorando sustancialmente en sus resultados.

Por último, el US Open (31 de agosto) es el gran reto del español. En caso de ganarlo, se convertiría en el octavo tenista en posesión de los cuatro grandes del tenis, pudiendo estar a la altura de jugadores como Billie Jean King, Chris Evert o Andre Agassi. El año pasado fue eliminado en semifinales por Andy Murray, aunque el español demostró un gran juego a lo largo del torneo.

Quién sabe dónde está la meta de un verdadero extraterrestre del tenis, un jugador que es capaz de lo mejor tanto dentro como fuera de la pista. Para muestra un botón: primer español que logra el título en Australia y, más allá de su alegría, sus primeras palabras al recoger el premio son para Federer, desconsolado por la derrota, a quien calificó como uno de los mejores tenistas de la historia. “Cuando ves al rival así, a un compañero, disfrutas un poco menos de la victoria”, señaló Rafa. Lo dicho, Nadal es de otro planeta. Sólo él es capaz de ponerse límites.