"Puta, guarra y otras cosas", insultos que para la FESBA cuestan 900 euros

“De puta y guarra para arriba. Y eso fue lo más suave. Otras cosas es mejor no volver a reproducirlas”. Estas declaraciones, recogidas por El Diario de Sevilla, corresponden a Laura Molina, jugadora del equipo de bádminton CB Rinconada. Las escuchó el fin de semana pasado mientras disputaba la ida de la semifinal de la Liga Nacional ante el IES La Orden en el pabellón del conjunto onubense. Los hechos no han sido pasados por alto y este jueves la Comisión Antiviolencia informó que analizará “a los efectos de propuesta de sanción” los insultos sexistas que profirieron algunos aficionados del IES La Orden contra las jugadoras del Rinconada. No es la única medida que ha sido tomada: la FESBA ha castigado al cuadro onubense con una multa de 900 euros y un apercibimiento de cierre.

Todas las medidas son pocas cuando se trata de luchar contra cualquier tipo de violencia dentro de un recinto deportivo. Y el tema del que hablamos entra en esta triste parcela. Antes de llegar a la intervención de la Comisión Antiviolencia y de la Federación Española de Bádminton, conviene explicar la historia desde el principio. El pasado fin de semana, dos equipos se veían las caras en las semifinales de la Liga Nacional de bádminton. Pongamos nombre a los dos protagonistas: IES La Orden y CB Rinconada. Teniendo en cuenta que el escenario donde se celebraba el choque era Huelva, la afición estaba del lado del IES La Orden pero, basándose en la denuncia del Bádminton Rinconada, los seguidores onubenses se pasaron de la raya.

Lo hicieron por escrito ante la Federación Española de Bádminton haciendo hincapié en los “insultos sexistas” sufridos y anunció que interpondrán una reclamación al entender que el partido no se disputó “en igualdad de condiciones”. Su presidenta, Isabel Venteo, censuró que tuvieron que “soportar comportamientos sexistas y de apología de la violencia de género por gran parte de la afición local” y denunció la ausencia de fuerzas de seguridad y la “nula colaboración de la directiva local para atajar esos insultos” constantes y otros hechos ocurridos. Las jugadoras fueron más allá declarando en El Diario de Sevilla que las personas que lideraron la ofensa “eran ultras del Recreativo de Huelva que fueron con bocinas eléctricas, algo que está prohibido”.

Laura Molina, capitana del Rinconada, fue la encargada de alzar la voz en el citado periódico. Siempre recalcando que no fue toda la afición onubense sino una sección, la jugadora confesaba que “a ninguna mujer le deseo lo que tuve que aguantar”. Y es que la capitana fue víctima de insultos como “puta y guarra para arriba; eso fue lo más suave, otras cosas es mejor no volver a reproducirlas. Una cosa es que te abucheen o te silben y otra que tengamos que escuchar barbaridades. Eso ya es violencia de género. Estaba tan metida en el juego que me enteré de la mitad y cuando terminó el partido, los árbitros me dijeron que lo habían escuchado y que con mi permiso iban a elevar un acta de lo ocurrido para enviarlo a la Federación”. Y todo con su padre como testigo; Antonio Molina es el entrenador del CB Rinconada: “Los que mandan no pueden mirar hacia otro lado porque lo que vivimos fue un auténtico encierro. ¿De qué sirve vender la igualdad de género, el respeto o la paridad laboral si a la hora de la verdad suceden cosas así?”.

La FESBA ya ha tomado cartas en el asunto. Tal y como informa Estadio Deportivo, tras la denuncia del CB Rinconada ha castigado al IES La Orden con una multa de 900 euros y un apercibimiento de cierre de su recinto deportivo citando como motivos “conducta incorrecta del público de La Orden para con el equipo visitante al proferir expresiones insultantes, intolerantes y sexistas de modo reiterado” y basándose en el artículo 25.a de RRD. Además, el comité ha sancionado sin multa a Antonio Molina por una infracción leve al dar una patada a una valla. La ausencia de un castigo económico se basa en que “el clima existente por las graves expresiones soeces y groseras sobre su jugadora debe ser tenido en cuenta como provocación suficiente”. Finalmente, ha desestimado la petición de prohibir la entrada de parte de la afición onubense en el partido de vuelta.

Conocida una parte de la versión y el castigo impuesto por la Federación, queda por saber qué opinan desde Huelva. El cruce de declaraciones y de acusaciones no se ha hecho esperar. La Orden, a través de un comunicado su director deportivo y técnico, Francisco Ojeda condenó los insultos declarando que se trataba de “un lamentable incidente en el que algún energúmeno ha metido la pata. Los insultos fueron aislados y no se oyeron en el pabellón pues durante el partido no percibimos nada. El club está colaborando en todo lo posible para que se encuentre a los responsables”. Estas no fueron las únicas palabras de Ojeda. En su opinión el incidente está siendo usado “para meter mierda. Sus acusaciones diciendo que nuestra directiva está de acuerdo con lo que ha pasado son de juzgado de guardia. En el club estamos súper indignados y cabreados con los directivos de Rinconada. Se hace un uso indebido de un tema socialmente tan delicado como la violencia machista en su beneficio”.

La última en entrar en escena ha sido la Comisión Antiviolencia que “ha analizado los hechos constatados en acta arbitral así como la denuncia de uno de los clubes”. A partir de ahí, requerirá información a la Federación Española de Bádminton “sobre el inicio de expediente disciplinario ante el Juez de Disciplina Deportiva a efectos de que se remita cuanta información obre en su poder, la naturaleza autonómica o estatal de la competición y las medidas, en su caso adoptadas”. Antiviolencia explicó que una vez “recibida la información pertinente, será analizada en la próxima reunión de la Comisión a los efectos de propuesta de sanción, si procediera por la naturaleza de la competición. Acuerda asimismo dirigirse a la Federación Andaluza de Bádminton”.