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El bádminton español, de la foto histórica de Carolina Marín a la imagen de la vergüenza
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los jugadores ya no se fían de su federación

El bádminton español, de la foto histórica de Carolina Marín a la imagen de la vergüenza

El presidente de la FESBA, David Cabello, bajó de lo más alto del podio a la campeona del mundo para sentarla junto a otros seis jugadores, dos de ellos menores de edad, en una sala del CSD

Foto: Reunión en el CSD entre los jugadores de bádminton y su federación
Reunión en el CSD entre los jugadores de bádminton y su federación

El 31 de agosto de 2014, Carolina Marín lograba una de las grandes hazañas del deporte español al proclamarse campeona del mundo de bádminton, hasta entonces un deporte prácticamente desconocido en nuestro país. Su épica victoria ante la china Li Xuerui en la final de Copenhague convirtió a Carolina en una figura mundial a sus 21 años aunque curiosamente sea más conocida y valorada en los países asiáticos, donde el bádminton es practicado y seguido por millones de personas, que en el suyo propio.

Sin embargo, apenas cinco meses y medio después de su oro, el presidente de la Federación Española de Bádminton (FESBA), David Cabello, bajó a la onubense de lo más alto del podio para sentarle junto a Beatriz Corrales, Clara Azurmendi, Isabel Fernández, Enrique Peñalver, Pablo San Martín y Víctor Alcaide en una especie de banquillo de acusados y protagonizar la que se puede calificar como la imagen de la vergüenza. Los siete deportistas, dos de ellos menores de edad, fueron convocados el pasado viernes en el Consejo Superior de Deportes (CSD) para discutir durante casi cuatro horas los problemas surgidos con su federación.

Tal y como desvelamos en El Confidencial, David Cabello chantajeó a sus propios jugadores con no ir a la selección si no cedían sus derechos de imagen y publicidad. Como se negaron a hacerlo, el presidente decidió retirar a España del Campeonato de Europa por equipos mixtos, una competición para la que España se había clasificado por primera vez en la historia.

Al igual que sucedió una semana antes en la sede de la FESBA, los directivas de esta federación quisieron intimidar a sus propios deportistas. El colmo es que en la reunión del CSD David Cabello se quejó de que los jóvenes jugadores acudieran acompañados de un abogado, a saber, José Rodríguez. Este hecho no sólo demuestra el talante del máximo responsable del bádminton español, sino que confirma también que su intención ha sido, es y por lo visto sigue siendo aprovecharse de los deportistas. Basta con leer la nota que éstos hicieron llegar a la agencia EFE para constartar que es así como ellos lo sienten.

Eso sí, depués del tirón de orejas previo recibido de Miguel Cardenal, el presidente de la FESBA no tuvo más remedio que pedir disculpas a los jugadores. Sin embargo, más allá de las formas, inaceptables se miren por donde se miren, el problema radica en el fondo de una cuestión que se antoja ridícula y, por tanto, evitable. Parece evidente que Cabello ha querido aprovecharse del éxito de Carolina Marín y, ante la pasividad del presidente del CSD, ha tenido que ser la onubense y sus compañeros quienes se lo han impedido con un plante histórico en el deporte español.

Cayetano Marínez de Irujo, que asistió a la reunión en su calidad de presidente de la Asociación de Deportistas (AC), acusó a Cabello de hacer trampas a los jugadores, pues una cosa son los derechos de imagen individuales de cada deportista y otros lo que competen a la FESBA cuando éstos lucen la camiseta de España. Tal y como indicó a El Confidencial el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, "los patrocinios llegan a las federaciones través de los deportistas y los derechos de imagen les pertenecen a ellos". Significativo fue también que el presidente de la FESBA abandonara la reunión antes que nadie y salidera del CSD literalmente a la carrera, sin pararse a dar alguna explicación a los periodistas que llevaban horas esperando.

Todo hace indicar que las prisas de Cabello -y también de Cardenal- para desbloquear la situación con los deportistas son porque la FESBA podría tener un acuerdo cerrado con un patrocinador, aunque dando por hecho que los derechos de imagen de los jugadores le pertenecen, algo que no es así, pues estos se han negado a cedérselos. El verdadero objetivo de esta importante empresa es vincular su nombre al de Carolina Marín para abrir mercados en Asia, aunque si la onubense no da su visto bueno... Además, hay que tener en cuenta la normativa de la que informó El Confidencial en la que unas escandalosas comisiones también pueden ayudar a entender algunas cosas.

Otro cabo suelto parece ser Annapurna Beyond Sport, la agencia que representa a la campeona del mundo, pero que al mismo también trabaja para la federación que preside David Cabello. El cruce de desmentidos entre Annapurna y la FESBA de estos días lejos de aclarar su vinculación lo que ha hecho es crear aún más confusión. Que una misma agencia de representación pueda cobrar porcentajes de las dos partes que ahora mismo se encuentran enfrentadas resulta cuanto menos sospechoso.

Cabe recordar que nada más proclamarse campeona del mundo, Carolina Marín quiso agradecer “el apoyo de toda mi familia, mis entrenadores, toda la familia del bádminton español y toda España, que sé que ha estado conmigo. Este título es para todos ellos, muchas gracias por estar apoyándome”. Desde el primer momento, la jugadora siempre ha tenido claro que de cualquier patrocinio que le pudiera llegar, una parte iba a destinarla a ayudar al bádminton español. ¿Por qué Annapurna Sports no tuvo en cuenta esto desde el principio?

Después de todo lo ocurrido en las últimas semanas, Carolina Marín está harta e incluso agobiada por esta situación. "NOS TOCA HABLAR Y CON LA VERDAD POR DELANTE", escribió en su cuenta de Twitter. Tal y como vaticinamos en El Confidencial el pasado mes de noviembre, paradójicamente, su oro lo único que le está trayendo son problemas. Sobre todo porque aunque Cabello pierda esta batalla, el presidente de la FESBA seguirá dando guerra.

Como ha quedado claro, y así debería verlo Miguel Cardenal antes de que sea demasiado tarde, los jugadores no se fían de su presidente y, por extensión, de su junta directiva, de la cual tiempo habrá de hablar, no sólo en lo referente a este asunto, sino de otros como, por ejemplo, un documento de integración de las territoriales que también resultó polémico en su día. En resumen, que si a David Cabello le importa algo el bádminton español, debería irse antes de que la sangre llegue a Río...

El 31 de agosto de 2014, Carolina Marín lograba una de las grandes hazañas del deporte español al proclamarse campeona del mundo de bádminton, hasta entonces un deporte prácticamente desconocido en nuestro país. Su épica victoria ante la china Li Xuerui en la final de Copenhague convirtió a Carolina en una figura mundial a sus 21 años aunque curiosamente sea más conocida y valorada en los países asiáticos, donde el bádminton es practicado y seguido por millones de personas, que en el suyo propio.

Consejo Superior de Deportes (CSD) Carolina Marín Miguel Cardenal
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