Xabi Alonso y las filtraciones interesadas

Xabi Alonso puede presumir de haber logrado todo en el fútbol. Un Campeonato del Mundo, dos Eurocopas, dos Champions, otras tantas Ligas y Copas del Rey, más de cien partidos con la Selección… Pero sus últimos días como internacional no han estado a la altura de lo que marca ese historial reservado para los mejores. Ni futbolística, ni personalmente. Integrante de un grupo de 23 que ha fracasado en Brasil, su distanciamiento del vestuario existe, es real por mucho que se empeñe en decir lo contrario. El mediocentro se va, lo tenía decidido antes del Mundial, pero pocos de los que se cambian con él le echarán de menos.

Su triste partido ante Chile no es más que una anécdota en su carrera. No es habitual ver a un Xabi Alonso tan superado, pero esa falta de ambición de la que habló al término del partido quizás le ha jugado una mala pasada y su rendimiento, como el de otros muchos que han viajado hasta Brasil, ha dejado mucho que desear. Y es que esta Selección no ha tenido fútbol, empezando por Iker, pasando por Xavi y terminando en Diego Costa.

Xabi comentó a Del Bosque el pasado viernes que su decisión de marcharse era firme. Al seleccionador casi se le escapa en la rueda de Prensa que ofreció. Por cierto, el técnico volvió a estar a la altura. Explicó su parecer de lo sucedido, cosa que ninguno de los capitanes ha hecho desde la derrota ante Chile.

Las ruedas de prensa a Koke, Cazorla, Albiol y Silva son para echar a correr. Ni se lo merecen los que salieron, ni los aficionados la falta de mensaje de los cuatro capitanes. Volvamos a Alonso, el eje alrededor del cual ha girado la actualidad de la Selección desde que Chile selló el pasaporte de salida. El centrocampista decidió filtrar a su manera que se iba. Sí, han leído bien. Decidió comunicar a sus tres o cuatro amigos periodistas que se marchaba, porque Xabi también tiene amigos periodistas.

Quizás alguno de sus seguidores se sientan decepcionado por el gesto, pero la verdad es que Xabi acudió a la Prensa para contar su verdad. En lo que no reparó el centrocampista es que su decisión se iba a filtrar como tantas otras cosas que han pasado y pasarán en los vestuarios de esta Selección y de cualquier equipo de fútbol. A Xabi nadie le ha callado la boca. Para nada. Sus compañeros le han dicho que se equivocó y él después ha elegido cómo y dónde filtrar su mensaje. Nada más. Si decía la verdad, tal y como afirmó su compañero y amigo Arbeloa vía twitter, no se entiende el motivo que su comparecencia y su mensaje fueran hacia determinados medios. Su problema.

En esta ocasión fue él el que decidió a quién sí y a quién no, de la misma manera que compañeros suyos, tanto en el Real Madrid como en la Selección, han dicho que no tienen relación alguna con él. Claro está que se saludan y que hablan sobre lo que puede pasar, pero la metamorfosis que sufrió el tolosarra desde que Mourinho se cruzó en su camino, han llevado a muchos compañeros suyos a no confiar en él, más allá de un balón de por medio. “Me quedé tranquilo cuando vi que Xavi se la pasó a Xabi”, comentó Del Bosque a este periódico en marzo de 2013, dejando claro que algo fallaba.

Ahora Del Bosque ya no tendrá que preocuparse si uno se la pasa al otro. Ninguno de los dos estarán, con la incógnita por despejar si el seleccionador sigue o no. Quizás ha sobrado su último servicio a un equipo que echará de menos a jugadores de su categoría y jerarquía., pero Del Bosque creyó que se la merecían. Error o no fue decisión del seleccionador y hay que respetarla, aunque lamentablemente el tiempo no le ha dado la razón.

Ahora Xabi estará centrado en el Real Madrid, algo que pactó en el momento de su renovación, pero primero debe disipar las dudas que ha generado su juego en el Mundial y en los últimos partidos del campeonato de Liga. Ancelotti le quiere a su lado y ese será el aval para seguir en el club blanco y en un vestuario que le respeta, pero que no lidera bajo ningún concepto.