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Una Real entregada desde el inicio deja la Liga al Barcelona a falta de la final del Calderón
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neymar abre la lata y pedro sentencia de chilena

Una Real entregada desde el inicio deja la Liga al Barcelona a falta de la final del Calderón

La borrachera de felicidad del miércoles hizo que el Barça entrara al partido con un ritmo lento, cansino, pero más que suficiente para ganar a una Real que no tuvo intención de ganar

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Jugar un partido de la máxima exigencia después de una borrachera de goles, de juego y de felicidad no debe ser fácil. Ni siquiera para el equipo más en forma del mundo, que aunque no se previese, se la vio negra para ganar a la Real Sociedad (2-0). La motivación de conseguir el Triplete hizo que el Barça sacara fuerzas del baúl donde Luis Enrique guardó las rotaciones en los meses pasados. Esas mismas rotaciones fueron las que casi llevan a Lucho al abismo de la nada más absoluta y lo hicieron víctima de las críticas más severas, algunas de ellas merecidas, pero todas olvidadas por la belleza del fútbol practicado y los resultados obtenidos. Y la culminación tuvo que ser el equipo que precisamente entreabrió la caja de Pandora. El Barça está ya muy cerca de la liga tras lo ocurrido en el Real Madrid-Valencia.

¿Qué ha cambiado desde el enero pasado? Pues no demasiado, en realidad. Ha cambiado una cosa que resulta indescifrable su trascendencia: Leo Messi, desde entonces, lo ha jugado absolutamente todo. Todo, cada uno de los noventa minutos que han pasado desde que el Barça perdió en Anoeta. No ha sido sustituido jamás, no ha vuelto a entrar en las rotaciones, como pasara entonces. Luis Enrique se dio cuenta de que no era él el que mandaba, que el que dice lo que hay que hacer es ese que parece una pulga y que es el mejor futbolista que ha pisado un césped pintado con rayas blancas. Y ese chico no se equivoca casi nunca.

Cualquiera sabe, en esta situación en la que se encuentra el vestuario con Luis Enrique, si fue una decisión suya o del propio Messi lo de que el argentino se acostase a la banda derecha para, desde allí, ser cada vez más dañino, más peligroso, como el arquero que encuentra su ángulo desde el flanco del castillo. Lo que sí es sabido es que el Barça, tras esa medida táctica, ha subido su nivel de manera exponencial. Ha involucionado lo que un día inventó Guardiola: el mejor falso 9 del mundo ha vuelto a ser sensacional en su posición original, la derecha, donde jugó siempre con Rijkaard.

El Barça tiene dos formas de marcar últimamente. La primera y más común es en la que Messi, desde la derecha, cuelga una parábola al costado contrario por el que siempre aparece un jugador libre de marca. Messi acumula adversarios en su entorno, lo cual permite la aparición de espacios por el perfil adverso. La segunda forma y no mucho menos común es que Messi aparezca desde la derecha y sea él mismo el que acabe la jugada. Por supuesto, contra la Real tenía que ser una de las dos maneras la que abriese el partido. Centro de Messi hacia el área, terrible despeje de Mikel González y Neymar para dentro. Y lo más complicado ya estaba hecho…

A partir de ahí el Barça estaba en la obligación de no mantener la ventaja, sino ir a por más. Era sumamente peligroso esperar a que pasaran los minutos con sólo un gol de margen, puesto que en cualquier momento, la timorata Real podía hacer algo. Sí, algo, porque no hizo prácticamente nada en los noventa minutos en lo que se refiere al ataque. Y es triste que un equipo con el potencial ofensivo que tiene Moyes no tuviera ni una ocasión de gol en todo el partido. Pero si Vela ni Canales enlazan más de dos pases en campo contrario ni Granero o Pardo pueden tener fases aunque fueran breves de control, la Real estaba muerta.

El Barça jugó uno de sus partidos más completos de la temporada el miércoles y repetirlo este sábado no se contemplaba siquiera. No hay ninguna competición que se priorice sobre otra, si bien la Champions está a un escalón superior, claramente. Sin embargo, el Barça está tan cerca de todas, que aflojar el paso en una sería insultantemente absurdo. Pero las fuerzas no eran las mismas contra la Real y, por tanto, las ideas no aparecían con la misma frescura que hace tres días. Y aun así, hasta cinco ocasiones de gol claras se acumularon en la portería de Gerónimo Rulli en el primer tiempo, siempre antes del tanto de Neymar.

El cansancio también fracturó al Barça. Durante unos quince minutos de la segunda mitad, la Real Sociedad tuvo la pelota, pero nada serio pudo conseguir de esa relajación azulgrana. Porque en realidad, no es que la Real quisiera tener la posesión, sino que la falta de fuerzas de los culés les obligó a tenerla. Los tres de arriba del Barcelona permanecían allí arriba, el medio estaba despoblado y la defensa se sobraba para escupir los ataques contrarios. Y lo bueno de que los de arriba estuvieran siempre allí es que los contragolpes se hacen más sencillos y rápidos.

Esa es otra forma cada vez más habitual para el Barça de marcar, a la contra. En realidad, Messi desde la derecha la volvió a poner, aunque fuera dentro del área y aunque saliese rebotado, pero le sale todo tan bien a ese chico que ese rebote se le quedó de dulce a Pedro para darse una satisfacción en forma de chilena. Quién sabe si es su último gol con la camiseta de su club, así que qué mejor que hacerlo de la forma más bonita posible. Y a partir de ahí fue pasando el tiempo. La Real asumió su derrota antes de empezar… y le deja la Liga al Barça a falta de la final del Calderón.

Ficha técnica:

2 - Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Bartra (Sergio Busquets, min.61), Adriano, Mascherano, Xavi (Iniesta, min.74), Rafinha (Pedro, min.85), Messi, Neymar y Luis Suárez.

0 - Real Sociedad: Rulli; Carlos Martínez, Mikel Gónzalez, Íñigo Martínez, De la Bella, Bergara, Rubén Pardo, Granero (Elustondo, min.92), Xabi Prieto, Canales (Chori Castro, min.73) y Vela (Finnbogason, min.77).

Goles: 1-0, m.52: Neymar. 2-0, m.85: Pedro.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Mostró tarjeta amarilla a Granero (min.26), De la Bella (min.27), Bergara (min.29), Rulli (min.62), Mascherano (min.63) y Rubén Pardo (min.75).

Incidencias: Partido de la 36ª jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 86.047 espectadores. Antes del encuentro, la sección de hockey patines del Barcelona ofreció a la afición azulgrana los títulos de campeón de la Euroliga y de la OK Liga.

Jugar un partido de la máxima exigencia después de una borrachera de goles, de juego y de felicidad no debe ser fácil. Ni siquiera para el equipo más en forma del mundo, que aunque no se previese, se la vio negra para ganar a la Real Sociedad (2-0). La motivación de conseguir el Triplete hizo que el Barça sacara fuerzas del baúl donde Luis Enrique guardó las rotaciones en los meses pasados. Esas mismas rotaciones fueron las que casi llevan a Lucho al abismo de la nada más absoluta y lo hicieron víctima de las críticas más severas, algunas de ellas merecidas, pero todas olvidadas por la belleza del fútbol practicado y los resultados obtenidos. Y la culminación tuvo que ser el equipo que precisamente entreabrió la caja de Pandora. El Barça está ya muy cerca de la liga tras lo ocurrido en el Real Madrid-Valencia.

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