El Real Madrid juega con un Betis roto y hundido

El Real Madrid dormirá este sábado igualado en la clasificación a Barcelona y Atlético. Su sueño imposible hace un mes, pero que ya es una realidad por obra y gracia del calendario y por la aplastante superioridad que mostró ante un Betis en plena guerra civil contra su propia sombra. Bastó una nueva demostración del mejor jugador del mundo, así lo dice FIFA y lo ratifico desde estas líneas, para partir a los verdiblancos y conseguir que la grada cantara aquello de “Garrido vete ya”. Después llegaron los goles de Bale, Benzema, Di María y Morata para completar los cinco que se llevó el Betis.

El primer gol del partido es una demostración de todo lo que ha llevado a Cristiano a plantar en el salón de su casa su segundo Balón de Oro. El portugués recibió el esférico de Di María a escasos metros de la medular. Ya con él en los pies, puso la turbina en marcha a plena potencia. Dejó atrás a los dos béticos que intentaron taparle como el que no quiere la cosa y en cuanto se sintió lo suficientemente equilibrado respecto a la portería de Andersen, lanzó un pelotazo que se coló como una exhalación en la portería del danés.

El tanto trasladó la potencia, fuerza, astucia y puntería que muestran las cualidades del ex del Manchester United. Suficientes para derrotar a un rival como el Betis. Corría el minuto once y el partido dio la sensación de que ya estaba sentenciado, que nada ni nadie iba a ser capaz de dar la vuelta a un marcador que terminó por hundir la moral de los aficionados del Betis. Lo curioso es que el primero en probar suerte fue Rubén Castro, cuatro minutos antes del luso. A partir de ese instante, todos los ataques béticos giraban alrededor de la capacidad de Leo Baptistao. Nada más.

Si el tanto de Ronaldo ya parecía una losa imposible de superar, Gareth Bale tenía preparada una sorpresa para callar a aquellos que dudan sobre su adaptación. Cierto es que participa poco, pero está claro que el sistema que dibujó Ancelotti para dar entrada en el once a jugadores como Isco o Di María (ante el Betis fue el tercer centrocampista) no le va al galés. El ex del Tottenham luce con el 4-3-3 de la sobremesa del sábado y no con el 4-2-3-1 de anteriores partidos. Además del gol, cortesía de Cristiano al permitirle lanzar la falta y de una estatua llamada Andersen, entró más en juego que en anteriores partidos.

‘Delicatessen’ de Modric

Del gol de Bale al descanso se pudo atisbar algo de un equipo que está moribundo. Matilla y Baptistao lo intentaban, uno creando y el otro intentando romper a Marcelo, punto débil del Real Madrid, en una defensa cada día más seria con Carvajal en el lateral derecho en los partidos importantes y la pareja Ramos-Pepe en plan jefes. Un medido centro del exrojiblanco al que no llegó Rubén Castro fue lo más que se acercó el Betis a la portería de Diego López.

El partido estaba tan de cara que hasta Modric decidió que era un buen día para demostrar que pese al excelente nivel que está mostrando como mediocentro, su sitio está más arriba, más cerca de la portería contraria. Tiene ganas y pelea cualquier balón, da lo mismo que el reloj ya indicara que había terminado la primera parte. Se la robó a Matilla para asistir a un Benzema que algún día sacará todo lo que lleva dentro y se empeña en no mostrar por su dudosa actitud en algunas ocasiones.

Morata se quita el mal sabor de boca de Pamplona

La segunda parte fue una tortura, hablo para los jugadores y aficionados del Betis. A ninguno de ellos les hubiera importado lo más mínimo que Iglesias Villanueva decidiera dejar el partido en cuarenta y cinco minutos y en el 0-3 a favor de un Real Madrid que se sentía cómodo sobre el césped. Y es que en pocas ocasiones se va a encontrar con tantos espacios y una defensa con las manos tan bajas como las del Betis.

La cuestión era cuántos y en qué minutos llegarían los goles del Real Madrid. Con lo que no contaban los de Ancelotti era que Andersen, el mismo que se mostró ausente en la primera mitad, reaccionara y evitara los goles de Ronaldo o Benzema. Pero el danés aguantó un cuarto de hora, lo que tardó en meter un golazo Di María desde treinta metros.

La media hora restante sirvió para que Ancelotti repartiera minutos dando entrada a un Nacho que se merece algo más y a un Morata que se tuvo que retirar antes de tiempo en Pamplona por culpa del golpe recibido nada más pisar El Sadar. La mejor forma de resarcirse llegó en el tiempo añadido con un gol que redondeó la ‘manita’. El Betis aguantó el chaparrón. El señalado fue el técnico y los jugadores se salvaron por un Garrido que, eso sí, nunca se esconde.

Ficha técnica

Real Betis: Andersen; Chica, Amaya, Paulao, Didac; Lolo Reyes (Caro, m.77), Matilla, Salva Sevilla (Juanfran, m.62); Baptistao, Jorge Molina y Rubén Castro (Vadillo, m.56).

Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Nacho, m.72), Marcelo; Xabi Alonso, Modric; Bale, Di María (Illarramendi, m.69), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Morata, m.76).

Goles: 0-1. m.11. Cristiano Ronaldo. 0-2: m.24, Bale. 0-3. m.46+, Benzemá. 0-4. m.62, Di María. 0-5. m.88, Morata.

Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Mostró tarjeta amarilla a Ramos (m.19), Salva Sevilla (m.26), Vadillo (m.73) y Chica (m.77).

Incidencias: Partido disputado en el Benito Villamarin, con terreno en irregulares condiciones y al que asistieron 42.421 espectadores, de ellos unos dos mil seguidores madridistas. Pitada a Juan Carlos Garrido y gritos de "vete ya".