Carlo Ancelotti genera más dudas que soluciones con tantos experimentos

Carlo Ancelotti ya sabe lo que significa entrenar al Real Madrid. Cuatro partidos, tres victorias, un empate y aparecen críticas por todos lados. Ya sabe lo que es aquello de tener que ganar y jugar bien por necesidad. Lo que parece evidente es que el italiano todavía no tiene cogido el pulso a la plantilla. El entrenador está transmitiendo dudas y lo hace cambiando de alineación constantemente, sin dar un patrón claro ni al juego del equipo ni al once que pretende sea titular. Por el momento intenta tener controlada a la plantilla para lo que está repartiendo minutos y presencia sobre el terreno de juego, algo que está impidiendo que el equipo blanco encuentre la manera de jugar que más le conviene para el tipo de jugador que tiene.

El experimento Modric como mediocentro defensivo no parece funcionar, al menos lejos del Santiago Bernabéu. Ante el Villarreal el croata, junto a un todavía fuera de sitio Illarramendi, no acertaron a dar identidad al juego y, sobre todo, mostró debilidad defensiva. Más de la esperada. Ancelotti cuenta con cuatro pivotes puros y entre ellos no está el ex del Tottenham, llamado a ocupar el puesto de Özil como jugador de enganche entre el centro del campo y la delantera.

Las cuentas a la hora de confeccionar la plantilla hablaban de Modric para esa posición, con Khedira, Casemiro, Xabi Alonso y el citado Illaramendi como cuarteto para dar forma a esa dupla de jugadores que se colocan por delante de la defensa. En el club al menos lo ven así y creen que es un error situar al croata en esa posición. De hecho no será sencillo verle repetir en eso de ser el primer jugador en recibir la pelota a la hora de crear.

Ancelotti ha optado por la vía de repartir minutos y esfuerzo a sus jugadores, pero la consecuencia es que el equipo blanco todavía no ha mostrado un esquema claro, ni ha definido línea alguna de actuación. El italiano ha probado jugar con rombo, con dos mediocentros, con línea de tres por detrás del punta, con Ronaldo en punta, en la banda, en la otra, pero ninguna de las pruebas han servido para que el Real Madrid se mostrara dominador de los partidos.

Salvo en el choque ante el Athletic, el equipo madridista ha terminado pidiendo la hora o por lo menos sufriendo ante las acometidas del rival. Betis, Granada y el propio Villarreal pudieron bien empatar o ganar el partido. Y es que los de Marcelino tuvieron hasta doce llegadas claras ante la portería de Diego López, que por cierto será suplente en noche de hoy en Estambul y titular el próximo domingo ante el Getafe por muy bien que lo haga Casillas ante el Galatasaray.

Cuatro titulares ‘nuevos’ en El Madrigal

Lo quiera o no, el actual Real Madrid parece condenado a jugar con dos mediocentros defensivos. Con jugadores como Ronaldo, Benzema, Bale e Isco sobre el terreno de juego, el aspecto defensivo se resiente y la defensa sufre si no sujeta al equipo con dos jugadores capaces de mantener el orden y para ello tiene cuatro jugadores y ninguno de ellos es croata precisamente. Al menos, lejos del Bernabéu.

Ancelotti no ha recibido toque alguno por parte de los dirigentes del club. Es pronto para que se le pregunte por algunas decisiones o por la triste imagen que está ofreciendo el equipo, pero sí que sabe de la inquietud que está produciendo el juego del once blanco y alguna de sus decisiones. La última y que más ha llamado la atención es la de colocar en el mismo once a Bale, Illarramendi, Nacho y Carvajal, jugadores que bien no habían jugado en lo que iba de campaña o apenas habían aparecido, aunque en el caso de los dos últimos tenía justificación por la plaga de lesiones de los otros tres laterales.

El Real Madrid debe empezar a mostrar algo para evitar los primeros rumores preocupantes, la aparición de las preguntas sin resolver que tanto daño hacen a los dueños de los banquillos. Hay margen, pero con el actual panorama y escenario que hay en la presente Liga, un par de empates más pueden ser una condena, tal y como sucedió hace un año.