El derbi de las artimañas concluye con Ramos y Diego Costa fundidos en un abrazo

Poco fútbol y mucha batalla. Así podría definirse lo visto sobre el césped del Santiago Bernabéu en la noche del sábado. Ambos equipos ofrecieron un pobre espectáculo para lo que se esperaba en las horas y días previos al duelo entre el segundo y tercer clasificados del Campeonato Nacional de Liga. El Real Madrid salió victorioso del cuerpo a cuerpo al que redujeron el derbi los dos entrenadores. Simeone llevó el partido a lo físico, y ahí los equipos de Mourinho no suelen tener rival.

A la ausencia de buen juego hay que añadir la excesiva tensión que futbolistas de uno y otro conjunto manifestaron sobre el terreno de juego. Patadas, codazos, empujones, escupitajos… Una retahíla de malos modos que no ejemplifica para nada este deporte. Lo extraño de todo esto es que Undiano Mallenco no mostrara ninguna tarjeta roja, que la merecieron algunos jugadores tanto del Madrid como del Atleti. El colegiado navarro optó por no amonestar, y quizá por ahí el partido se fue haciendo cada vez más brusco.

Sin ir más lejos, el duelo entre Sergio Ramos y Diego Costa debió terminar con los dos futbolistas en la ‘caseta’ antes de cumplirse el tiempo reglamentario. El sevillano y el brasileño protagonizaron un cara a cara barriobajero que, curiosamente, acabó con ambos futbolistas fundidos en un abrazo al termino del partido, lo que deja bien a las claras una de las máximas de este deporte: “lo que pasa en el terreno de juego se queda en el terreno de juego”.

Toda vez que se han visto innumerables imágenes del partido y analizados todos y cada uno de los movimientos de los protagonistas, el ‘Ramos vs Costa’ da para mucho. El defensa internacional español lazó un escupitajo al delantero rojiblanco, por lo que éste se tomó la venganza en una acción posterior. La imagen que ofrecieron en este partido dista mucho de la talla futbolística de ambos. Ahora es cuando muchos nos hacemos la misma pregunta, ¿podrían rearbitrarse acciones de este tipo? A diferencia de otras ligas, como la Premier, donde actitudes como éstas tienen sanciones ejemplares, aquí en España todo se va al limbo.