Guardiola convenció a Cesc y Villa para fichar por el Barcelona

Pep Guardiola está participando activamente en la herencia que dejará Joan Laporta a partir del próximo 30 de junio. Primero lo ha hecho desde el banquillo, llevando al Barcelona a la conquista de siete títulos, y en las últimas semanas  lo está haciendo desde los despachos, siendo decisivo en los fichajes que el todavía presidente azulgrana piensa presentar antes de su adiós a la presidencia. Y lo ha sido mirando cara a cara a los elegidos, buscando su respuesta directa, sin intermediarios. Guardiola se puso al frente y se reunió tanto con Villa como con Cesc para conocer en primera persona la opinión que tenían del Barcelona y para saber su predisposición a vestir de azulgrana. En ambos casos la respuesta que obtuvo fue positiva.

 

El caso más complicado era el de Cesc porque su llegada a la Ciudad Condal significaba un cambio de país, un regreso a la que fue su casa en competencia directa con Xavi. La reunión tuvo el efecto buscado por el entrenador y el centrocampista del Arsenal dio el ok, que hizo público la semana pasada. El proyecto deportivo presentado por Guardiola fue el factor que inclinó la balanza hacia el que fuera su equipo, en detrimento de otras propuestas que tenía sobre la mesa.

 

Cesc confirmó ayer su decisión de marcharse con destino al que fuera su equipo a Arsene Wenger, técnico y mánager del Arsenal, en una reunión mantenida en la sede del club londinense, equipo al que llegó hace siete temporadas. En Inglaterra se habla de 50 millones de euros como la cantidad necesaria para cerrar el traspaso.

 

El todavía capitán del club inglés ha querido respetar los códigos que tan a gala se tienen en el fútbol inglés y decidió viajar hasta Londres con el único fin de reunirse con el entrenador que le dio toda la confianza necesaria para triunfar en la Premier y, por extensión, en el fútbol europeo. Gracias al francés, Cesc ha sido un fijo en el Arsenal en las últimas cinco temporadas y ha crecido como futbolista en uno de los clubes que mejor tratan a los jugadores jóvenes.

 

La idea de Laporta es acelerar las negociaciones con el Arsenal e intentar presentar el próximo viernes a los dos jugadores, aunque el acuerdo con el club inglés no parece tan sencillo como ha sido con el Valencia. El todavía presidente del Barcelona sabe que el tiempo corre en su contra y si quiere estar presente en el regreso del hijo pródigo tiene que cerrar el trato en cuarenta y ocho horas, ya que el lunes próximo se inicia la concentración de la selección española para el Mundial y al regreso de Sudáfrica ya no podría salir en la foto con Cesc.

 

Con Villa ha sido todo diferente porque la predisposición del Valencia a llevar a cabo la operación ha sido total desde el inicio de la negociación. El asturiano también quería cambiar de aires hacia un grande tras su frustrado traspaso del pasado verano y el Barcelona ha sido la primera y única opción, ya que desde que habló con los dirigentes del club azulgrana no ha querido saber nada de ningún otro equipo.

 

La tercera opción que maneja el dúo Guardiola-Laporta como refuerzo es la de Juan Mata. El también valencianista ocuparía el lugar de Henry, que pese a tener un año más de contrato no seguirá jugando en el club azulgrana. Ni un gran Mundial salvaría al francés. Ya durante la pasada temporada, el Barcelona tanteó el fichaje del ex jugador del Real Madrid.

 

Guardiola estaba en deuda con Laporta. Sus apuestas del pasado verano han fallado. Los casi 90 millones de euros pagados por Ibrahimovic entre dinero en efectivo y el traspaso-cesión de Etoo y los 25 por Chygrynskyi tienen difícil justificación por la mediocre temporada que han hecho. La llegada de Villa puede cerrar las puertas definitivamente al sueco, pero el problema es que es imposible recuperar todo el dinero invertido. La cotización del ex del Inter ha bajado y los 9 millones anuales de ficha que tiene es el otro gran problema para el equipo que intente su fichaje. En el caso del central ucranio tiene complicada explicación, ya que pese a las buenas palabras de Guardiola apenas ha tenido oportunidades y cuando ha aparecido por el césped ha sido el principal enemigo del Barcelona.