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La peor versión de España desde 2008 pone en peligro el Mundial de Brasil
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FINLANDIA LLEGA UNA VEZ Y LOGRA EL EMPATE

La peor versión de España desde 2008 pone en peligro el Mundial de Brasil

La peor versión de España desde que en 2008 iniciara la racha triunfal que le ha llevado a dominar el fútbol mundial, no fue suficiente para

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La peor versión de España desde 2008 pone en peligro el Mundial de Brasil

La peor versión de España desde que en 2008 iniciara la racha triunfal que le ha llevado a dominar el fútbol mundial, no fue suficiente para derrotar a Finlandia en El Molinón. El empate a uno complica la clasificación directa para el Mundial de Brasil y convierte en una auténtica final el partido del martes en París ante Francia. Carente de ideas, el fútbol fluido de otras ocasiones dejó paso a un juego sin verticalidad y en la que un disparo a puerta de Finlandia bastó para dejar en nada el gol de Sergio Ramos. Las ausencias se dejaron sentir. Una España sin Casillas, Xavi, Xabi, Puyol o Torres no es la misma que ha logrado poner a todo el mundo de acuerdo. Segunda decepción consecutiva. El aviso llegó ante Francia, la confirmación de que algo falla, ante la pobre Finlandia.

El fútbol no es matemática y atacar y tener dominio de la pelota no es sinónimo de victoria. Es el camino más sencillo, pero no te garantiza el triunfo. Por un lado, España que sí demostró desde el primer minuto buscar los tres puntos. Por el otro, Finlandia, con la única pretensión de que Maenpaa no recibiera gol alguno o si lo hacía aprovechar alguna llegada, algo que hizo a la perfección. Una ocasión, un gol. El porcentaje de España de posesión, cercano al noventa por ciento, no sirvió para sumar los tres puntos. A Finlandia le bastó una llegada para dejar en nada el dominio español.

El seleccionador Paatelainen colocó a sus diez jugadores de campo alineados en dos filas por delante de su área con la misión de destruir cualquier aspiración de jugada de los de rojo. Si por un casual se hacían con un balón, ahí estaba el exsevillista Pukki para correr y buscarse la vida. La táctica le duró 48 minutos, el tiempo que tardó Sergio Ramos en lograr el primer gol del partido, en el día en el que se convirtió en centenario. Ni con el marcador en contra cambiaron su manera de encarar el partido y siguieron confiando en el poder ofensivo de Pukki, que respondió a la perfección el gran pase que Hamalainen le dio cuando nadie daba un euro por su suerte.

Ante este panorama, los de Del Bosque tiraban paredes que sólo tienen cabida en la mente de jugadores como Iniesta, Silva o Cesc, pero siempre terminaban tropezando en la pierna de alguno de los diez jugadores finlandeses que pernoctaban en su área. No encontraban el mínimo espacio para terminar de dibujar su talento. Al toque de siempre le faltaba la velocidad de otros días. La chispa se perdía ante tanto ladrillo delante. No hallaban la manera de llegar con peligro a la portería de Maenpaa.

Con Cesc de falso nueve y sin una referencia clara arriba, a Finlandia le bastaba la acumulación de hombres para defender. Arbeloa (bien recuperando balones) y Jordi Alba no daban la profundidad necesaria y todo se tenía que fiar a la habilidad, al talento. Ni con Cazorla intentando aprovechar el espacio que dejaban en la derecha se conseguía romper a la defensa finlandesa. La pelota era española, pero los visitantes se bastaban para frenar las acometidas de los campeones del mundo. Un remate de Moisander en propia puerta, un disparo de Cazorla y otro de Iniesta fueron los tres únicos balones que terminaron entre los tres palos de Maenpaa.

La entrada de Pedro

Del Bosque sabía que tenía que buscar velocidad, chispa, sorpresa. Pedro fue el encargado de revolucionar el partido, de meter algo de energía al alicaído juego español y a esas circulaciones de balón de banda a banda al más puro estilo balonmano que una y otra vez intentaron durante la primera mitad. El azulgrana se colocó pegado a la banda y su simple presencia sirvió para animar un partido que se estaba empezando a complicar demasiado, por lo menos hasta que Sergio Ramos acertó a colocar el balón en la red, con un suave remate de cabeza tras un saque de esquina.

No piensen que el gol cambió el panorama del partido. España siguió atacando sin crear peligro y Finlandia defendiendo a la espera de que apareciera su oportunidad, algo que sucedió en el minuto 78. Hasta ese momento, Víctor Valdés no había tenido que intervenir en todo el partido. Los disparos de Pukki y Eremenko ni se habían acercado a la portería del azulgrana. Pero una vez más, el fútbol demostró que no entiende de justicia y Pukki se supo buscar la vida entre Sergio Ramos y Jordi Alba para transformar a gol el único tiro a puerta de su equipo. Ver para creer.

Del Bosque ya había hecho los tres cambios y en ese cuarto de hora que tenía para cambiar el panorama, la Selección apenas mostró algún signo de poder derrotar a la defensiva y ordenada Finlandia. Solo Negredo y Mata se acercaron con algo de peligro, pero la sensación que transmitió la campeona del mundo es que la gasolina se había terminado, que no había energía ni ideas para hacer nada más que pensar en Francia y en solucionar los fallos acumulados y que ponen en peligro que España pueda defender la corona de campeón del mundo en Brasil en 2014.

Ficha técnica:

1 - España: Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cazorla (Pedro, m.46), Iniesta; Silva, Villa (Negredo, m.65) y Cesc (Mata, m.76).

1 - Finlandia: Mäenpää; Raitala, Moisander, Toivio, Arkivuo; Tainio (Sparj, m.69), Roman Eremenko, Ring; Hetemaj, Pukki (Halsti, m.93) y Hämäläinen.

Goles: 1-0, m.49: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Pukki.

Árbitro: Ovidiu Alin Hategan (RUM). Amonestó a Silva (89) por España, y a Mäenpää (85) y Moisander (89) por Finlandia.

Incidencias: encuentro de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio El Molinón, lleno, con 30.000 espectadores. Finlandia portó brazaletes negros en memoria del exfutbolista Kai Pahlman. 

La peor versión de España desde que en 2008 iniciara la racha triunfal que le ha llevado a dominar el fútbol mundial, no fue suficiente para derrotar a Finlandia en El Molinón. El empate a uno complica la clasificación directa para el Mundial de Brasil y convierte en una auténtica final el partido del martes en París ante Francia. Carente de ideas, el fútbol fluido de otras ocasiones dejó paso a un juego sin verticalidad y en la que un disparo a puerta de Finlandia bastó para dejar en nada el gol de Sergio Ramos. Las ausencias se dejaron sentir. Una España sin Casillas, Xavi, Xabi, Puyol o Torres no es la misma que ha logrado poner a todo el mundo de acuerdo. Segunda decepción consecutiva. El aviso llegó ante Francia, la confirmación de que algo falla, ante la pobre Finlandia.

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