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El Real Madrid se entretiene con el Getafe y golea como el que no quiere la cosa
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EL POLÉMICO GOL DE SERGIO RAMOS, CLAVE

El Real Madrid se entretiene con el Getafe y golea como el que no quiere la cosa

La Liga se ha convertido en una estación de paso para el Real Madrid. La lamentable primera vuelta de los hombres de Mourinho han llevado a

Foto: El Real Madrid se entretiene con el Getafe y golea como el que no quiere la cosa
El Real Madrid se entretiene con el Getafe y golea como el que no quiere la cosa

La Liga se ha convertido en una estación de paso para el Real Madrid. La lamentable primera vuelta de los hombres de Mourinho han llevado a la afición madridista a asistir a partidos como el de la matinal, sin mucho más en juego que los tres puntos, pero sin el intangible emocional que pone la posible lucha por el título, lo que lleva a los jugadores a dejarse llevar de aquella manera. Tras una primera parte carente de tensión, emoción e intensidad, el juego blanco adquirió una dimensión nueva tras el primer gol del choque. Nada que ver. Del sopor de la primera mitad se pasó al ritmo y a las ganas de la continuación. Despertó la bestia y todo gracias a un fallo de González González a la hora de conceder el gol de Sergio Ramos, que nunca debió subir al marcador y que dejó sin respuesta al Getafe, que terminó recibiendo tres más por obra y gracia de ese enorme futbolista que es CR7.

El equipo blanco inició el partido sin ritmo, con Modric y Essien de jefes del juego blanco, algo impensable y carente de sentido alguno debido a la poca presencia del croata y a la voluntad sin respuesta del ex del Chelsea. Con la entrada de Khedira al menos el equipo blanco metió energía y potencia al fútbol del Real Madrid, lo suficiente como para ganar a un Getafe plano y que aguantó hasta que González González se tragara una triple falta en el gol de Sergio Ramos. Tanto que resultó definitivo para la suerte del partido y, de paso, sirvió para que Cristiano Ronaldo, Özil y alguno más despertaran de una vez y decidieran ponerse a jugar y a marcar goles. Con espacio son imparables. 

Ese gol, el discutido y que no debió subir al marcador, sirvió para que el Real Madrid abriera la puerta y que para un Moyá que se había mostrado poco menos que imbatible empezará a mostrar signos de que podía recibir alguno más. El portero perdió el sitio, como dando por sentado que el gol de Sergio Ramos iba a ser un excesivo e insuperable castigo para sus compañeros. Y la verdad es que tenía razón. El Getafe, que sin hacer una gran primera parte cumplió con nota en defensa, se vino abajo, se derrumbó por completo. El balón pasó a ser del Real Madrid que con Khedira en el campo encontró esa referencia que no tuvo hasta el descanso. El alemán sigue creciendo. La confianza que ahora tiene le está llevando a parecerse cada vez más a ese jugador que es decisivo en la selección germana. Defiende y ataca por igual.

Los goles iban cayendo con tranquilidad, con suficiencia. El Real Madrid dio un paso adelante, metió algo más de velocidad y eso bastó para resolver y golear. La presencia copera del Barcelona en el horizonte obligaba a ser prudente, a no desgastar fuerzas inútilmente. La verdad es que no hacía falta porque los de azul se habían marchado ya del Bernabéu. El Getafe pensó que esa guerra no era la suya y dimitió del partido, en gran parte indignados con el árbitro, al que después culparon de muchas cosas que habían sucedido en el terreno de juego, pero de lo que no es responsable es de la imagen y el pobre juego ofrecido a partir del decisivo momento del tanto de Sergio Ramos. 

De la primera mitad lo mejor que se puede decir de ella es el perfecto orden defensivo del Getafe con Miguel Torres a la cabeza, mientras que los madridistas cumplieron atrás con un más relajado Adán y con Albiol y Carvalho cada día más asentados. Poco más. Mourinho pensó en la Copa del miércoles y por eso reservó a jugadores como Xabi, Khedira o Benzema, pero el juego del Real Madrid no puede pasar por jugadores como Modric y Essien. La voluntad no basta y ninguno de los dos está para esos menesteres. Uno por mentalidad y el otro por físico. Uno costó 35 millones de euros, el otro cero.  

El Real Madrid llega a la cita con el eterno rival cumpliendo el objetivo liguero de, al menos, seguir ganando y goleando sin apenas esfuerzos extras. Eso sí, el once que inicie el partido ante el Barcelona poco tendrá que ver con el de la matinal ante el Getafe. Casillas (no estará en los tres próximos meses), Sergio Ramos, Di María y Coentrao no estarán ante los azulgrana. Toca inventarse una nueva defensa. 

4.- Real Madrid: Adán; Ramos, Carvalho, Albiol (Khedira, min. 46), Coentrao; Essien, Modric; Özil (Callejón, min. 57), Cristiano (Benzema, min. 72), Di María; Higuaín.

0.- Getafe: Moyá; Varela, Lopo, Alexis, Miguel Torres; Xavi Torres (Míchel, min. 57), Borja; Sarabia (Hugo Fraile, min. 67), Diego Castro, Gavilán; Colunga (Álvaro, min. 76).

Goles: 1-0, min. 8: Sergio Ramos. 2-0, min. 58: Cristiano. 3-0, min. 65: Cristiano. 4-0, min. 71: Cristiano, de penalti.

Árbitro: González-González (Comité Castellano-Leonés). Mostró cartulina amarilla a los jugadores del Real Madrid Albiol (min. 11) y Özil (min. 27) y a los del Getafe Sarabia (min. 14), Miguel Torres (min. 19), Gavilán (min.30), Moyá (min. 54), Lopo (min. 55) y Alexis (min. 72) También fue amonestado el entrenador José Mourinho por protestar en la primera parte (min. 31).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 71.108 espectadores. 

La Liga se ha convertido en una estación de paso para el Real Madrid. La lamentable primera vuelta de los hombres de Mourinho han llevado a la afición madridista a asistir a partidos como el de la matinal, sin mucho más en juego que los tres puntos, pero sin el intangible emocional que pone la posible lucha por el título, lo que lleva a los jugadores a dejarse llevar de aquella manera. Tras una primera parte carente de tensión, emoción e intensidad, el juego blanco adquirió una dimensión nueva tras el primer gol del choque. Nada que ver. Del sopor de la primera mitad se pasó al ritmo y a las ganas de la continuación. Despertó la bestia y todo gracias a un fallo de González González a la hora de conceder el gol de Sergio Ramos, que nunca debió subir al marcador y que dejó sin respuesta al Getafe, que terminó recibiendo tres más por obra y gracia de ese enorme futbolista que es CR7.