Berlusconi piensa más en vender el Milan que en fichar a Guardiola

Silvio Berlusconi no pasa por su mejor momento. Los rumores apuntan a su deseo de fichar a Pep Guardiola. Incluso se apuntaba un inminente viaje hasta Nueva York para presentar una oferta al ex entrenador del Barcelona, pero la realidad dice que piensa más en vender al Milan o, cuando menos, en desprenderse de los sueldos más altos de la plantilla, buscando una viabilidad que resulta imposible en estos momentos. La familia Berlusconi ya se ha cansado de poner dinero, de cada año colocar 50 millones de euros a la cuenta de resultados y la simple contratación de Guardiola significaría asumir un sueldo de más de 10 millones de euros, algo alejado del límite impuesto en el nuevo Milan, ese que apenas es capaz de deambular por el centro de la tabla, de la mano de Massimiliano Allegri, un buen técnico superado por las circunstancias.

Adriano Galliani, administrador delegado del club lombardo, negó el viaje hasta Estados Unidos. Y es que saben que Guardiola nunca aceptaría sentarse en un banquillo de un equipo en liquidación por derribo por culpa de su situación económica. Jugadores como Thiago Silva, Ibrahimovic (de difícil convivencia con el ex del Barcelona), Gattuso, Inzaghi, Cassano... han salido del Milan y el próximo puede ser Robinho, el último mohicano del gran equipo que luchaba por ganar todos los títulos, dejando el proyecto deportivo en manos de jugadores como Yepes, Bojan, El Shaarawy, Zapata... Ante este panorama, ¿creen que Guardiola asumiría el reto de reflotar un equipo tocado en lo anímico, deportivo y económico?

Señalado por todas las salidas de tono cometidas durante su periodo como primer ministro italiano, el presidente del Milan ve ahora como los problemas en los negocios también se multiplican. Sus buques insignias como han sido Mediaset y la editorial Mondadori han dado un giro a los balances, apareciendo los números rojos o reduciendo el beneficio de manea drástica. La cadena de televisión ha pasado en los seis primeros meses del año de arrojar unos beneficios de 162 millones de euros en 2011, a 43 en el semestre inicial de 2012, reduciendo su beneficio un 73,5%. La pérdida de valor en bolsa de Mediaset y Finnivest también ha sido notable.

Por momentos, Berlusconi, en su ambición de controlar toda la información, se hizo con una participación del 50% de periódicos, revistas y publicidad de todos los medios italianos, en otro negocio que ha resultado ser ruinoso. Ante este panorama, el ex primer ministro, que ha confesado esta semana que abandona la política de manera definitiva, cree que una de las soluciones pasa por vender el Milan, encontrar a alguien que pueda llevar a la élite a un equipo que cuenta con siete Champions en su historial.