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Messi la toma con el joven Tello harto de las patadas del Milan y de las paradas de Abbiati
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NESTA HACE AL ARGENTINO UN MARCAJE DIGNO DE UN KARATEKA

Messi la toma con el joven Tello harto de las patadas del Milan y de las paradas de Abbiati

La ira de Leo Messi crecía según pasaban los minutos. El empate a cero seguía en todo lo alto y los jugadores del Milan contribuían lo

La ira de Leo Messi crecía según pasaban los minutos. El empate a cero seguía en todo lo alto y los jugadores del Milan contribuían lo suyo a que el argentino se pusiera rojo de ira, circunstancia poco habitual, pero que los hombres de Berlusconi consiguieron. Unos por las patadas que le daban tipo Nesta (36 años) y otros como Abbiati (34 años) por sus paradas imposibles que algunos por el Calderón no acertaban a recordar. Y es que el papel del portero en el Atlético fue secundario y anoche ante el Barcelona demostró un amplio repertorio de paradas de todo tipo. Arriba, abajo y Messi cada vez más cabreado, tanto que se lió a gritos del joven Cristián Tello, en un arranque poco usual en el mejor jugador del mundo.

El canterano azulgrana, también formado en el Espanyol, se la jugó y a Messi no le sentó nada bien. Fue en el minuto 74. Tello sentó a Bonera y no lo dudó a la hora de pegarle buscando la portería del imbatible Abbiati. Messi ni entendió la maniobra ni entendió que el número 37 se la jugara sin contar con él. Buscó al chaval en la distancia, gritando, pero Tello se giró como si con él no fuera la cosa. El argentino no se creía lo que había pasado y tiró de galones para reprender al joven extremo. ¿Habría hecho lo mismo con Alexis o con Iniesta? Me temo que no.

El empate no gustaba a nadie del Barcelona. La igualada a dos del partido de la fase de grupos de ambos equipos disputado en el Camp Nou, estaba fresco en la memoria de todos. Los azulgrana querían marcar y no encontraban la manera de superar a un Milan que demostró que con la experiencia de hombres como Seedorf o Ambrosini o el miedo que metía la simple presencia de Ibrahimovic, tenían bastante para amedrentar al actual campeón.

Lo cierto es que Messi se fue calentando según pasaban los minutos. La falta de acierto, el empate en el marcador y las reiteradas faltas sufridas le impedían disfrutar del partido ante el Milan. El pánico que demostraban los jugadores de Allegri se transformaba en agresividad y faltas constantes. Hasta cinco jugadores rodeaban al argentino, que veía como no podía superar a la vieja defensa milanista capitaneada por Nesta. Primero lo pagó con Eriksson. Lógico. Lo da el cargo del sueco: árbitro del partido. El siguiente en sufrir las iras del delantero fue Tello, de manera sorprendente, para ser Nesta el que remató la faena con un par de patadas más dignas del tatami que del césped de un terreno de juego. Antes, una caricia de Ambrosini hasta le quitó la bota y provocó la mirada de incredulidad del argentino.

Guardiola no se fiaba del Milan. Y con el empate a cero aún se fía menos. Lo que no esperaba el técnico era la portentosa actuación de Abbiati, que alternó titularidad y suplencia en su temporada en el Atlético (2007-2008). Ayer se mostró infalible, transmitiendo seguridad en todo momento y desesperación a los azulgrana, que no acertaban a batir esa extraña figura que luce bajo palos pero que se mostró efectiva al máximo. La solución, en seis días en la Ciudad Condal.

La ira de Leo Messi crecía según pasaban los minutos. El empate a cero seguía en todo lo alto y los jugadores del Milan contribuían lo suyo a que el argentino se pusiera rojo de ira, circunstancia poco habitual, pero que los hombres de Berlusconi consiguieron. Unos por las patadas que le daban tipo Nesta (36 años) y otros como Abbiati (34 años) por sus paradas imposibles que algunos por el Calderón no acertaban a recordar. Y es que el papel del portero en el Atlético fue secundario y anoche ante el Barcelona demostró un amplio repertorio de paradas de todo tipo. Arriba, abajo y Messi cada vez más cabreado, tanto que se lió a gritos del joven Cristián Tello, en un arranque poco usual en el mejor jugador del mundo.

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