Los jefes de Benítez ya tienen argumentos para echarle, pero no dinero

La cabeza de Benítez ya tiene precio: 20 millones de libras. Los propietarios del Liverpool, George Gillet y Tom Hicks, tienen por primera vez argumentos suficientes para echar al técnico español. Sin embrago, la deuda del club, que asciende a más de 300 millones de euros, impide a los norteamericanos prescindir del ex entrenador del Valencia y de su equipo de trabajo.

 

El Liverpool atraviesa una profunda crisis económica y ahora también deportiva. Seis derrotas sufridas en siete encuentros y un quinto descalabro en once compromisos ligueros, han puesto en pie de guerra a la prensa británica, que ya hace apuestas sobre la continuidad de Benítez. Ayer se podían leer titulares en los rotativos ingleses como el de “Benítez, un hombre condenado”, “Rafa Benítez se queda sin suerte en el Liverpool”, o incluso “Rafael Benítez está en llamas”.

Por si fuera poco, el entrenador del Liverpool ha perdido el apoyo y la confianza de Anfield, un bastión que durante los cinco años que lleva al frente del club le ha ayudado a caminar con paso firme. Siempre le ha cobijado ante las grandes adversidades, como cuando los co-propietarios americanos se plantearon hace algunos meses su destitución y The Kop, la barra del Liverpool, marchó por las calles de la ciudad en su defensa.

Ahora el vaso está medio vacío. Rafa Benítez no encuentra el antídoto contra el estrés generalizado y su Liverpool sigue en caída libre. Ningún club en la historia de la Premier ha quedado campeón acumulando seis derrotas en todo el campeonato. Benítez lleva cinco en 11 partidos. Es el peor arranque liguero en 16 años, y para rematar la faena, la enfermería ‘Red’ está llena, con Torres y Gerrard como principales protagonistas, y con el Lyon en la antesala de Europa para dictar sentencia sobre el futuro del Liverpool en Champions.

Pero Gillet y Hicks, que tiene motivos de sobra para echar a Benítez, saben que el club no puede permitirse el lujo de llevar a cabo dicha operación. Primero, porque el conjunto británico no tiene ni los medios ni los mecanismos para efectuar el despido. El Liverpool tiene una deuda que supera los 300 millones de euros, y a esa cifra habría que sumarle los 22 millones de euros que tendría que desembolsar para indemnizar a Rafa y a su equipo de trabajo.

Y segundo, porque no hay técnicos en el mercado de la talla del español. Mourinho manifestó su interés en el pasado, pero ahora lleva al Inter a ritmo de jazz en el Calcio. Cappello, que era una alternativa, estará con Inglaterra en el próximo Mundial. Y Hiddink, podrían serlo en un futuro, pero no antes de Sudáfrica.

Al Liverpool no le queda otra opción que tener paciencia. Le saldría mejor ‘obligar’ a Benítez a fichar en el mercado de invierno, que rescindir su contrato e indemnizarle antes de que acabe el año. Y es que Benítez se negó a realizar fichajes en el pasado verano a pesar de que los dueños del club le dieron luz verde y pese a la marcha de Xabi Alonso, su cerebro, Madrid. El invierno será más frío en Anfield, esté o no Benítez en el banquillo.