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María de Villota: "He aprendido a vivir más lenta, pero estoy viva, sigo aquí"
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EMOTIVA CHARLA DE LA PILOTO EN LOS CURSOS DE VERANO DE LA UIMP

María de Villota: "He aprendido a vivir más lenta, pero estoy viva, sigo aquí"

María de Villota se ha convertido en uno de los grandes ejemplos de superación del deporte. Llamada a ser una de las grandes pilotos del panorama mundial,

Foto: María de Villota: "He aprendido a vivir más lenta, pero estoy viva, sigo aquí"
María de Villota: "He aprendido a vivir más lenta, pero estoy viva, sigo aquí"

María de Villota se ha convertido en uno de los grandes ejemplos de superación del deporte. Llamada a ser una de las grandes pilotos del panorama mundial, un grave accidente hace algo más de un año acabó con su carrera deportiva. Pero aquel fatal suceso del 3 de julio de 2012 no le ha borrado su perenne sonrisa y sí le ha enseñado a tomarse el día a día con mayor tranquilidad: "Ahora he aprendido a vivir más lento".

En el curso de verano 'El éxito del deporte español y la generación de recursos' de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, María de Villota llevó a cabo una emotiva charla que llegó a lo más hondo de los oyentes: "¿Qué es lo más importante en esta vida? Lo más importante es estar viva. Tengo que dar las gracias por ello. Ahora puedo ver a mi hermano casarse, en breve me voy a casar yo... He aprendido a vivir más lenta, pero estoy viva, sigo aquí".

Desde muy pequeña, María vivió el motor en primera persona. La participación de su padre, Emilio de Villota, en el Mundial de F1 le hizo vivir muy de cerca la emoción de la gasolina, un mundo que la iba a cambiar por completo. La propia María asegura que "siempre llevaba puesta una réplica del mono de mi padre, nunca me lo quitaba de encima". Incluso en su propia casa era competitiva, cuando trataba de ganar a su hermano Emilio por los pasillos: "Quería demostrar que era la mejor", aseguró.

Su vida siempre fueron las carreras: "Movistar, con la misma campaña que llevó a Dani Pedrosa al mundo de las motos, me situó a mí en la Fórmula Toyota". La piloto española acabó subcampeona del mundo en su primer año y, a partir de ahí, su carrera fue directa al éxito: "Fórmula 3, Ferrari Challenges, participar en rallies o en las 24 horas de Daytona fueron experiencias que me siguieron ayudando a crecer".

Tan importante fue su progresión que pronto el Atlético de Madrid la llamaría para formar parte de la Fórmula Súper League, a los mandos de un monoplaza de 750 caballos de potencia... sin dirección asistida. "Un piloto conocidísimo vino un día a nuestro box, intentó mover el volante y muy serió me dijo: 'Es una broma, ¿verdad?'". Hasta el GP de Valencia de 2011, donde la aparición de Bernie Ecclestone iba darle la gran oportunidad de su carrera.

"¿Estás preparada para correr en F1?", le inquirió. Tras unos breves segundos de silencio, la respuesta de María fue contundente: "No soy yo quien debe decidir eso, sino un crono". Dicho y hecho: Ecclestone le pidió a Eric Boullier, por entonces jefe de equipo de Renault, que le diera una oportunidad. El 3 de agosto marcaba un gran registro en Paul Ricard. "Ese día, María se ganó el respeto de los hombres de la F1", aseguraron desde la escudería.

Una nueva vida, una nueva oportunidad

Pocas semanas después, María de Villota firmaba su contrato con Marussia, pero la fortuna no la iba acompañar. Un gris 3 de julio, la española se iba a poner a los mandos del monoplaza para hacer una prueba aerodinámica en el aeródromo de Duxford (Inglaterra). Aquel día, la piloto española sufría un grave accidente que incluso hizo temerse lo peor: "Estuve cinco días en coma e incluso tengo constancia de que se llegó a firmar un parte de defunción".

"Dos minutos después de subir al coche ocurrió el accidente. Cuando desperté en el hospital, me dijeron que había perdido el ojo. Se lo reproché al médico. Le dije: 'Usted es cirujano y para operar necesita las dos manos; pues yo necesito mis dos ojos porque soy piloto de carreras'. Lo pagué con él y se lo recriminé como si pudiera ponerme el ojo. Después me arrepentí y encontré mi tabla de salvación en el humor", rememora María de Villota.

Una mujer que siempre ha "desayunado, comido y cenado coches" es consciente de que no podrá desarrollar su gran pasión, pero ha aprendido a vivir una nueva vida. Llena de ganas, repleta de vitalidad y de optimismo, María de Villota es un ejemplo de superación: "Mi objetivo era buscar un asiento oficial en 2013, pero hay situaciones que te obligan a cambiar. Mi pasión por los coches sigue siendo esencial, pero ahora voy más despacio en la vida". Un grandísimo ejemplo de que el valor no se mide por las veces que uno cae, sino por las que se es capaz de levantarse.

María de Villota se ha convertido en uno de los grandes ejemplos de superación del deporte. Llamada a ser una de las grandes pilotos del panorama mundial, un grave accidente hace algo más de un año acabó con su carrera deportiva. Pero aquel fatal suceso del 3 de julio de 2012 no le ha borrado su perenne sonrisa y sí le ha enseñado a tomarse el día a día con mayor tranquilidad: "Ahora he aprendido a vivir más lento".

María de Villota