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Marussia crece gracias a un 'truco de magia' que cuesta 1,5 millones a la semana
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ADELANTÓ A CATERHAM Y RECORTA A LA MITAD LA DISTANCIA CON ESCUDERÍAS MEDIAS

Marussia crece gracias a un 'truco de magia' que cuesta 1,5 millones a la semana

"Durante los últimos cuatro meses hemos recortado claramente la distancia con Caterham y ésta es una recompensa muy especial para todo el equipo porque no ha

Foto: Marussia crece gracias a un 'truco de magia' que cuesta 1,5 millones a la semana
Marussia crece gracias a un 'truco de magia' que cuesta 1,5 millones a la semana

"Durante los últimos cuatro meses hemos recortado claramente la distancia con Caterham y ésta es una recompensa muy especial para todo el equipo porque no ha sido fácil. Esta duodécima plaza vale diez millones de euros ahora mismo". Estas palabras son de Timo Glock tras el GP de Singapur de 2012, en el que su sorprendente puesto les situó como décimos en el Mundial de Constructores, con el siguiente reporte económico que conlleva. Quizás aquella fue la segunda piedra del actual esperanzador proyecto de Marussia... la primera la puso en junio de 2011 al descartar el diseño de su Fórmula 1 por ordenador, una inversión que había supuesto al equipo 21 millones de euros.

"Mantenernos en Fórmula 1 a este nivel nos cuesta 1,25 millones de libras (1,48 en euros) a la semana. Obviamente, si quieres dar un paso al frente necesitamos un presupuesto mucho mayor. Todo el mundo sabe que tenemos el presupuesto más bajo de los equipos de F1". Andy Webb, director ejecutivo de Marussia, no ocultó la semana pasada que detrás de un buen resultado en pista hay un esfuerzo económico y que ganar una décima cuesta dinero, "entre 70.000 y 100.000 euros" le costaba a HRT, tal y como señaló Pedro de la Rosa el año pasado. Marussia aparentemente cuenta con un presupuesto de casi 80 millones de euros aunque El Confidencial baraja una cifra cercana a los 60 'kilos'.

Marussia, apoyado en un impulso económico proveniente de Rusia y con el novato Jules Bianchi a la cabeza, está encarnando una modesta revolución con la que ya ha superado a Caterham -tanto el sábado como el domingo-. En la calificación de Australia, Bianchi se quedó a cuatro décimas del Sauber de Esteban Gutiérrez y a cinco del Williams de Pastor Maldonado (esa Q1 se disputó en mojado). En la de Malasia, ya en seco, el francés de Marussia estuvo sólo dos décimas por detrás del Williams de Valtteri Bottas y a menos de tres del Toro Rosso de Jean-Eric Vergne. Son diferencias que reducen a menos de la mitad la distancia que tenía con estas escuderías medias en 2012.

Primer año en el que no se basan en el ordenador desde el principio

Este 2013 es el primer año en el que el vehículo de la escudería ha sido diseñado en el túnel de viento, desplazando la exclusividad del CFD (Computational Fluid Dynamic), un sistema informático por el que se confiaba el desarrollo aerodinámico del coche y que se había utilizado en los monoplazas de 2010, 2011 y parte de 2012. Casualidad o no, una vez que han apostado por el 'caro' túnel de viento, los resultados positivos han venido.

Virgin, antiguo nombre de Marussia, gastó 21 millones de euros en la empresa de Nick Wirth (desde este junio de 2011, ex de Virgin) llamada WR Technology, encargada del CFD. Desde ese verano se utilizó el ordenador como mero complemento de un sistema más caro pero más eficaz: el túnel de viento. El equipo que fuera propiedad de Richard Branson quiso comprar oro a precio de latón... y le vendieron latón.

Con la llegada de Marussia al accionariado de Virgin, tras la primera temporada del equipo, a finales de 2010, se cambió el planteamiento de cara al año siguiente. Y ocho meses después de la llegada de los rusos se despidió a Wirth y sus computadoras. Su asociación con McLaren le permitió, a partir de 2012, el uso de su túnel de viento y las instalaciones de simulación. Pat Symonds (exRenault) fue el encargado de estos cambios.

"El coche de 2014 ya está en el túnel de viento"

El siguiente paso que dé se hará público a lo largo de este mes, en el que elegirá para 2014 entre motores 'V6 Turbo' de Ferrari o Mercedes, ante la imposibilidad de que continúe Cosworth. "El coche de 2014 ya está en el túnel de viento", admitía Webb recientemente, así que la decisión no debe tardar mucho.

Más allá de las acertadas direcciones que hayan podido tomar como equipo, otra de las claves de su salto hacia delante este año ha sido el reglamento. Las normas no se han modificado mucho con lo que los actuales monoplazas son una actualización de los anteriores. Teniendo en cuenta la afirmación del dueño de un equipo en 2012 "copiar es mucho más barato y fácil que innovar", los más beneficiados de que las normas se estabilicen son los que están por detrás. Por porcentaje, son los que más opciones tienen de recortar diferencias. Y, al igual que por arriba Ferrari, Lotus y Mercedes (y McLaren si hubiera seguido su línea de 2012) han recortado diferencias con respecto a Red Bull, por abajo el exequipo de María de Villota ha hecho lo propio con el grupo del medio.

A estos factores hay que incluir el de un asombroso Jules Bianchi. El 'cachorro' de Ferrari ha dejado con la boca abierta a más de uno en el Gran Circo exprimiendo su monoplaza al máximo y dejando fácilmente atrás a su compañero de box, Max Chilton. Su talento ya era conocido y ahora lo ha sacado a relucir en la cúspide del automovilismo. Su seguridad en estas dos primeras pruebas refleja el acierto de Marussia por contratarle y que la Fórmula 1 tiene un futuro candidato a aspirante. Pese a los buenos síntomas que está dando Marussia, el ascenso de su piloto puede ser más rápido que el del propio equipo.

"Durante los últimos cuatro meses hemos recortado claramente la distancia con Caterham y ésta es una recompensa muy especial para todo el equipo porque no ha sido fácil. Esta duodécima plaza vale diez millones de euros ahora mismo". Estas palabras son de Timo Glock tras el GP de Singapur de 2012, en el que su sorprendente puesto les situó como décimos en el Mundial de Constructores, con el siguiente reporte económico que conlleva. Quizás aquella fue la segunda piedra del actual esperanzador proyecto de Marussia... la primera la puso en junio de 2011 al descartar el diseño de su Fórmula 1 por ordenador, una inversión que había supuesto al equipo 21 millones de euros.