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La ACB, más necesitada que nunca, busca identidad propia y presidente
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ALFONSO LÓPEZ, FAVORITO ANTE ALBERT SOLER

La ACB, más necesitada que nunca, busca identidad propia y presidente

La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) necesita un cambio. Alfonso López y Albert Soler se disputarán abanderar el liderazgo que necesita el baloncesto

Foto: Imagen del cuarto partido de la final del curso pasado entre Madrid y Barcelona (Efe).
Imagen del cuarto partido de la final del curso pasado entre Madrid y Barcelona (Efe).

La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) necesita un cambio. Nadie lo niega. Un sector de éxito como es el baloncesto en España -los logros de la Federación a todos los niveles así lo certifica- choca con un modelo caduco que el próximo 16 de diciembre está obligado a dar un paso que debe resultar definitivo. No es una simple elección de presidente, va mucho más allá. El primer paso sería el de dar al director generalcapacidad ejecutiva, algo que no tenía Albert Agustí, máximo responsable hasta el pasado mes de septiembre. Por el momento, dos candidatos se han postulado para el puesto: Alfonso López, responsable del desembarco de Endesa en el baloncesto, y Alberto Soler, anterior secretario de Estado.

La comisión creada por la ACB quiere, al menos, un candidato más, pero ningún clubha dado el paso de avalar a un tercer nombre. López llega de la mano de Joventut, Unicaja y Real Madrid entre otros equipos, mientras que Soler lo hace por el Fuenlabrada junto al socialista Quintana, presidente del club madrileño, y destacado miembro del PSOE. Soler llegó a postularse como candidato a la alcaldía de Barcelona, pero su proximidad con Carme Chacón y su más que posible fracaso en su lucha por ser el candidato del PSC a la alcaldía de la Ciudad Condal, le han llevado a decantarse por su posible regreso al mundo del deporte.

López, por contra, está alejado de la política. Llega del mundo de la empresa. Amante del baloncesto, fue el responsable del desembarco de Endesa en el deporte del balón naranja, primero en la ACB y después en la propia selección española. Desde su posición de director de comunicación de la citada empresa, impulsó un vínculo con el deporte que sigue desde niño. Lejos de lo que se ha querido decir, López -actual representante legal de fondos norteamericanos en Europa- no pretende alejar a la ACB de Barcelona. Su ideario pasa por mantener la sede en la Ciudad Condal.

La ACB necesita una identidad que ha perdido con el paso del tiempo. Los ídolos están lejos y los que hay, caso de Navarro, huyen de esa cuota de popularidad que exige su posición de liderazgo. Los equipos cambian de jugadores, de nombre, de entrenadores y hasta de dirigentes, lo que lleva a una continua confusión. La apuesta del Real Madrid de dar continuidad a Laso y a sus jugadores, además de acercar el juego a la ciudad con el traslado al Palacio de los Deportes, han conseguido que el equipo tengacarácter, identidad y logre reunir a 10.000 aficionados por partido, dato que contrasta con los del Barcelona, que registra los peores números de asistencia de la ACB.

Los datos de audiencia señalan que el baloncesto interesa, pero de manera selectiva. Los datos de la última final superaron los números del pasado y hubo que remontarse hasta 1997 para encontrar a casi dos millones de espectadores por partidodelante del televisor, llegando a los 3,3 del quinto encuentro. Eso sí, el resto de partidos no llegan al medio millón de fieles. En lo que no hay duda es en el descenso de ingresos por derechos audiovisuales. De los 19 millones de 2003, se ha pasado a los 2,5 millones del actual ejercicio.

La del día 16 no es una decisión cualquiera. El futuro del baloncesto, la necesidad de reinventarse, depende de la elección deun director general ejecutivo. No llegar a un acuerdo -el elegido necesita 14 votos de 18- supondría un golpe casi mortal tras dos meses y medio sin cabeza visible y sin rumbo definido. Por ahora, la apuesta parece clara. La del baloncesto unido a la empresa que representa Alfonso López o la política de Albert Soler.

La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) necesita un cambio. Nadie lo niega. Un sector de éxito como es el baloncesto en España -los logros de la Federación a todos los niveles así lo certifica- choca con un modelo caduco que el próximo 16 de diciembre está obligado a dar un paso que debe resultar definitivo. No es una simple elección de presidente, va mucho más allá. El primer paso sería el de dar al director generalcapacidad ejecutiva, algo que no tenía Albert Agustí, máximo responsable hasta el pasado mes de septiembre. Por el momento, dos candidatos se han postulado para el puesto: Alfonso López, responsable del desembarco de Endesa en el baloncesto, y Alberto Soler, anterior secretario de Estado.