Un asfalto sostenible para ayudar a combatir el cambio climático

La Fórmula 1 se ha marcado el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2030 y, para conseguirlo, está trabajando en diferentes ámbitos, desde la implantación de nuevos combustibles a la introducción de motores híbridos. La competición lleva años apostando por la innovación para lograr este reto, e incluso ha premiado a empresas españolas por su trabajo.

La innovación se puede extender a cualquier área relacionada con la Fórmula 1. Incluido el asfalto. Las pistas por las que circulan los monoplazas, y que a grandes rasgos se componen de los mismos materiales que los de las carreteras por los que nos movemos a diario, están construidas con compuestos extraídos de recursos naturales.

Es en este punto en el que ha irrumpido Fernando Moreno, catedrático de la Universidad de Granada, que lidera el proyecto Masai y con el que pretende crear un asfalto, que su equipo denomina verde, mediante el uso de materiales sostenibles. Para ello, se pretende introducir un nuevo elemento de fabricación, creado con compuestos reciclados, como los neumáticos que se utilizan en los grandes premios, y que permitirá crear un asfalto mucho más duradero, con mayor agarre y más sostenible.

Existe un dicho Masai que dice que la tierra en la que vivimos no la heredamos de nuestros padres, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos. Y esa es la filosofía que impregna el proyecto de Moreno, para quien es importante cambiar el modelo productivo del asfalto actual, y tomar prestadas ideas de la naturaleza: “La inspiración en el desarrollo de estos compuestos más sostenibles viene principalmente de observar materiales ya existentes de los que nos provee la naturaleza, que no solo se caracterizan por unas propiedades mecánicas, sino también por tener un impacto muy reducido en el entorno”.

"La inspiración en el desarrollo de estos compuestos viene de observar materiales ya existentes de los que nos provee la naturaleza"

El proyecto Masai pretende que el 50% de esos materiales llegue de compuestos creados con materias primas de origen sostenible. Y es aquí donde entran en juego los neumáticos, pieza esencial de los monoplazas de Fórmula 1, que podrían utilizarse para el asfaltado de los circuitos, como reconoce el responsable del proyecto de la Universidad de Granada: “La Fórmula 1 podría ser un escenario perfecto en el que probarlos, reintroducir esos neumáticos y evaluarlos con los máximos estándares de exigencia”.

Moreno plantea introducir un modelo de economía circular para producir asfalto, ya sea en circuitos de carreras o en carreteras convencionales, de manera que gracias al reciclaje y la reutilización de residuos se pueda reducir la presión ambiental sobre el planeta.

Una ambición que también inspira al equipo formado por Banco Santander, Ferrari y Formula One Management (FOM), propietaria de la Fórmula 1. Con esta unión, la entidad financiera tiene el objetivo de seguir poniendo en marcha iniciativas para luchar contra el cambio climático, impulsando la transición hacia un modelo de competición más sostenible y acompañándoles en la ambición de reducir sus emisiones, ayudando de esta manera a progresar al sector automovilístico en general.

Iniciativas para ese cambio que pueden tener lugar en cualquier rincón del planeta, como demuestra el proyecto granadino, para ayudar a frenar el calentamiento global y a hacer de nuestro planeta un lugar mejor para nuestros hijos.