Froome se corona rey de París tras una veintena de controles antidopaje

Ha sido el hombre más fuerte durante estas tres semanas y, por tanto, un justo ganador del Tour de Francia. Sin embargo, como suele ser desgraciadamente habitual en el mundo del ciclismo, ciertas sospechas se han cernido sobre él, algo que evidentemente no le ha sentado nada bien. Chris Froome busca la transparencia en un deporte que nos ha dado ya sobradas muestras de todo lo contrario, y para ello se ha sometido a un total de veinte controles antidopaje a lo largo de la gran ronda francesa. De momento, los resultados siempre han sido negativos. Por eso no es de extrañar que el líder del Sky se descolgara con unas contundentes declaraciones después de los rumores desatados tras su tremenda exhibición en el Mont Ventoux. "Lance Armstrong hizo trampa, yo no estoy engañando... fin de la historia", manifestó el británico.

Que doce de los últimos veinte ganadores del Tour de Francia hayan sido sancionados por dopaje dice muy poco en favor de la limpieza en este deporte, pero hay quienes pretenden lavarle la cara y volver a ser absolutamente creíble para el gran público. De ahí que el Sky haya compartido con el diario L’Équipe (organizador de la Grande Boucle) todos los valores analíticos de su jefe de filas. Desde el peso del ciclista hasta su potencia media y máxima, además de lógicamente su pasaporte biológico, el cual ha sido evaluado hasta en seis ocasiones.

Los compañeros del pelotón, entre ellos Alberto Contador, han salido en su defensa ante semejantes insinuaciones. Todos han reconocido la insultante superioridad del corredor británico en la carretera. "No tengo por qué dudar de Froome, es un profesional que lleva todo el año a un gran nivel, sus resultados son fruto de su trabajo. Lo hace de forma limpia, para demostrarlo están los controles", apuntaba el pinteño. Sólo en algunos momentos ha dado síntomas de debilidad, pero su regularidad le ha llevado a estrenar su palmarés en una gran ronda. Froome está llamado a marcar una época, y es que de no haber sido por las exigencias de guión de la temporada pasada con Bradley Wiggins, el ciclista de origen keniata ya podría tener en su currículum dos triunfos en la ronda francesa.

Desgraciadamente, y por culpa de gente que se ha encargado de manchar el ciclismo, Chris Froome tendrá que demostrar su inocencia cada vez que gane una carrera. Estará en el ojo del huracán cada vez que lleve a cabo una exhibición como las que nos ha dedicado estos días. Es así de triste en un deporte que lo han matado en varias ocasiones, pero que ha conseguido resurgir cual 'Ave Fenix'. ¿Será ésta la definitiva? Sólo el tiempo nos dirá si el ciclismo deja atrás la lacra del dopaje.