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Un suicidio, denuncias y las declaraciones de Obama marcan la Superbowl
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"SI TUVIESE UN HIJO REFLEXIONARÍA ANTES DE DEJARLE JUGAR AL FÚTBOL AMERICANO"

Un suicidio, denuncias y las declaraciones de Obama marcan la Superbowl

Esta noche todo Estados Unidos se paralizará para ver el mayor evento del deporte americano: la SuperBowl. La final de la Liga de fútbol americano no

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Un suicidio, denuncias y las declaraciones de Obama marcan la Superbowl

Esta noche todo Estados Unidos se paralizará para ver el mayor evento del deporte americano: la SuperBowl. La final de la Liga de fútbol americano no tiene rival en lo que a importancia y repercusión se refiere. Un evento deportivo que bate récords de audiencia (111 millones de espectadores en Estados Unidos en el 2012) y económicos (2.900 dólares de media la entrada y cerca de cuatro millones por 30 segundos de anuncio durante la retransmisión televisiva). Sobre el papel los favoritos son los Ravens, pero en esta ocasión el deporte estará eclipsado por la salud.

La Superbowl que disputen en New Orleans los Baltimore Ravens y los San Francisco 49ers estará también repleta de polémica. El fútbol americano y todo lo que rodea a esta disciplina siempre está cuestionado, especialmente por motivos de salud. Un deporte con tanto contacto físico, pese a las protecciones, siempre ha generado dudas. En esta ocasión el encargado de plantear la duda ha sido el mismísimo presidente del país Barack Obama

El hombre más importante del mundo es un fanático del deporte, ha practicado baloncesto a un nivel más que aceptable, pero plantea la duda sobre lo sano del fútbol americano: "Soy un gran aficionado de este deporte, pero tengo que confesar que si tuviese un hijo reflexionaría mucho antes de dejarle jugar al fútbol americano". Esta duda que tiene Obama se debe a los múltiples casos que aparecen de enfermedades mentales provocadas, según diversos estudios, por los golpes y las conmociones cerebrales generadas por la violencia del deporte estrella en Estados Unidos. El estudio de la revista Neurology dice que los jugadores de fútbol americano tienen tres veces más posibilidades de sufrir enfermedades neurodegenerativas.

El presidente cree que desde el propio deporte tienen que solventar este problema y convertirlo en menos agresivo para el cuerpo, sin embargo desde la Liga Nacional de Fútbol (NFL) la respuesta ha sido en un tono diferente al esperado por Obama. "Tengo un hijo de casi cinco meses y si Obama piensa eso habrá algo menos de competencia para mi pequeño Jack cuando sea mayor. Él es un chico muy grande para su edad, tiene una cabeza muy grande y si su cuerpo crece como su cabeza podría ser alguien en este deporte. Tengo muchas esperanzas en su futuro en el fútbol americano", explicaba Jim Harbaugh, entrenador de los 49ers, candidatos a ganar esta noche la Superbowl y jugador durante 14 temporadas.

En los Ravens, los otros contendientes por ser el mejor equipo de Estados Unidos, un jugador se ha alineado con Obama. Ed Reed es defensor en los de Baltimore y opina parecido al político: "Estoy con el presidente. Tengo un hijo y no le obligo a jugar al fútbol. Si él quiere jugar no puedo tomar decisiones por él, pero todo lo que le puedo decir es, 'Hijo yo he jugado a esto, tú no lo hagas'", explicaba antes de la finalísima. Reed tiene sus motivos: "Tenemos algunas carencias que tenemos que solucionar. Las salas médicas tendrían que ser mejores. Yo creo que he jugado lo más seguro posible pero le digo a los chicos que cuiden su cuerpo, que se cuiden".

Esta polémica tiene nombre y apellidos. Junior Seau. El exjugador, casi 20 temporadas, se suicidó el año pasado disparándose en la cabeza atormentado por los dolores. La familia del jugador ha denunciado en los tribunales americanos a la NFL. Diversos estudios demostraron que el defensa de los San Diego Chargers, entre otros, sufría una importante enfermedad en el cerebro vinculada a los golpes de manera repetida en la cabeza conocida como CTE. La denuncia se basa en la omisión de la competición en estos casos, una competición que acumula más de 3.800 quejas ante los jueces en este sentido. La negligencia a la hora de diseñar, probar y homologar las protecciones es lo que argumentan los denunciantes.

"Sabemos que esta denuncia no nos devolverá a Junior, pero queremos mandar un mensaje a la NFL para que se preocupe por sus exjugadores. Tienen que cambiar décadas de omisión de las enfermedades en la cabeza y jugar seguro, y encargarse de hacer un juego más seguro para la salida en las próximas generaciones". La mencionada CTE es una patología que también ha aparecido en otros jugadores de fútbol. Durante unas horas toda la polémica sobre la salud no se tendrá en cuenta mientras el balón ovalado recorra las yardas de Nueva Orleans, pero el problema y la preocupación social es una realidad. 

Esta noche todo Estados Unidos se paralizará para ver el mayor evento del deporte americano: la SuperBowl. La final de la Liga de fútbol americano no tiene rival en lo que a importancia y repercusión se refiere. Un evento deportivo que bate récords de audiencia (111 millones de espectadores en Estados Unidos en el 2012) y económicos (2.900 dólares de media la entrada y cerca de cuatro millones por 30 segundos de anuncio durante la retransmisión televisiva). Sobre el papel los favoritos son los Ravens, pero en esta ocasión el deporte estará eclipsado por la salud.

Barack Obama