La duplicidad de jugadores: la tranquilidad de Mourinho y la 'salsa' del Real Madrid

Mourinho tiene motivos para estar contento. No solo por el pleno de victorias en Champions tras el triunfo de ayer ante el Lyon, sino por la respuesta de sus jugadores. Ahora sí puede considerar que dispone de una plantilla equilibrada, exactamente lo que el técnico perseguía. A la hora de dibujar el nuevo proyecto, el objetivo del portugués era claro al término de la pasada campaña: contar con dos jugadores por puesto. El Real Madrid de anoche, con todos sus jugadores en buena forma y sobre todo mentalizados, demostró tener recursos suficientes para poder diseñar un once solvente, adaptado a cada tipo de partido y además tener la posibilidad de jugar a las rotaciones. Khedira, Coentrao, Özil, Kaká, Higuaín, Benzema... La competencia es feroz y no todos tienen el puesto asegurado. Ésa es la mejor noticia para Mou.

La competencia en la que muchos ven un problema y motivo de debate está favoreciendo al equipo más que enfrentarlo, o por lo menos ésa es la sensación que ha dejado en los últimos encuentros. La duplicidad de jugadores está sirviendo para que no caigan en la relajación y quieran aprovechar los minutos que les brinda el míster par reivindicarse en cada partido. Saben que si responden como Mourinho espera tendrán su confianza y eso es lo que tendrán que intentar. Mientras las lesiones respeten a la plantilla, el único problema de Mou será la indecisión.

Ayer hubo sitio para todos y casi todos lo hicieron bien. Los partidos europeos no se atragantan tanto como los de Liga y el Madrid no tuvo dificultades de ningún tipo. La increíble racha de Higuaín, con dos 'hat-tricks' en los últimos dos partidos de Liga, además de otro triplete con Argentina, no le sirvieron para ser titular. Claro ejemplo de lo sobrado que va el vestuario madridista a día de hoy. Mourinho apostó por Benzema, el hijo pródigo del Lyon que ya ayudó la pasada temporada a romper el maleficio contra el equipo galo, se ajustaba más a las necesidades del partido de hoy a juicio del técnico, pero no descarta que jueguen juntos como ya ocurrió el año pasado.

El francés está en su mejor momento desde que viste la camiseta blanca y respondió con el primer gol y asistiendo a Khedira en el segundo. En zona mixta se le vio sonreir más que en los más de dos años que lleva en Madrid. Pero la titularidad de Benzema no significó que su compañero en el ataque no oliera el césped. El 'Pipita' también tuvo minutos, los suficientes para habilitar a Kaká, que no supo aprovechar su asistencia para marcar. Un escenario absolutamente opuesto al de la pasada temporada, cuando el '9' no convencía y la lesión del argentino dejó huérfana la punta de ataque y obligó al club a buscar un refuerzo en el mercado de invierno.

Kaká y Özil protagonizan otro de los 'duelos' del renovado Real Madrid. El alemán despertó ciertas dudas a principio de temporada, pero sigue siendo el dueño de la media punta y el gol de ayer le valió puntos. El brasileño, por su parte, por fin se siente recuperado y, aunque no es el Kaká del Milan, cada vez cuenta más para Mourinho y la autoconfianza que ha ganado se nota en su juego. Salió enchufado al césped del Bernabéu para demostrar que está, ya sea como titular o como revulsivo. Khedira, uno de los mejores del partido, marcó su primer gol como madridista y firmó un gran encuentro para inclinar a su favor el eterno debate de quién debe ser el compañero de Xabi Alonso en la medular. Dejó su sitio a Coentrao al tener que ser sustituido tras un golpe con Pepe. La polivalencia de Sergio Ramos, Pepe, Arbeloa y Albiol en defensa también permite a Mou jugar con estas demarcaciones.

Sí hay intocables en el Real Madrid

Para quien Mourinho no tiene repuesto es para Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo. Junto a Casillas, ellos son los únicos insustituibles para el portugués. El centrocampista e Iker son los únicos que han jugado de principio a fin todos los partidos que ha disputado el Real Madrid esta temporada, once contando los de Liga, Champions y Supercopa. CR7 solo se ha sentado en el banquillo por problemas físicos y es otro de los 'intocables'. El portugués parece haber entendido que el fútbol es un juego colectivo y se muestra mucho más solidario con los compañeros, cediendo goles y anteponiendo el interés del equipo por encima de su lucimiento. Pero su ambición sigue intacta, si no marca, no se va contento y ya lleva tres partidos sin anotar. Para el Madrid no es problema, con o sin las dianas del portugués, golea.