Gallardón inicia el ‘sprint’ final de Madrid 2016 con una macroconcentración

Vienen días claves que marcarán el futuro de Madrid y, por consiguiente, de la carrera política de Alberto Ruiz-Gallardón. Ayer, se despidió a ritmo de ‘Bulería’ la primera noche de su semana más larga. El alcalde de Madrid consiguió a cien mil personas en la plaza de Cibeles para que realizasen un mosaico gigante con los colores de la famosa ‘manita’ de la candidatura olímpica, que conocerá su destino el próximo viernes 2 de octubre.

 

En una interminable jornada, Gallardón se disfrazó de Usain Bolt y se mostró dispuesto a darle la vuelta a las previsiones (entre ellas la de Samaranch), nada halagüeñas con la candidatura madrileña. Igual lograba que 2.016 personas lanzasen al unísono otras tantas pelotas de golf, como que conseguía que miles de madrileños levantasen una pancarta de colores. Y es que el alcalde de Madrid sabe que el apoyo popular es el último recurso que le queda junto al de la macro-presencia institucional en Copenhague, encabezada por el Rey, que estará escoltado por José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Después de esta agitada jornada, a Gallardón todavía le quedó aliento para asistir al concierto de David Bisbal. El recital del almeriense, que presentaba su último disco, sirvió para poner la guinda a una semana que resultará interminable, teniendo en cuenta los resultados obtenidos por la comisión de evaluación.

Tocados, pero no hundidos

 

El pasado 2 de septiembre, la comisión de evaluación en la presentación de su informe otorgó a Madrid la peor de las calificaciones, mientras que sus rivales, Río de Janeiro, Tokio y Chicago salían bastante mejor paradas. Sin embargo, según Ruiz-Gallardón, la candidatura española salió “fortalecida”, asegurando que era la “ciudad que menos críticas recibe”.

Con todo este optimismo, Gallardón se presentará el próximo viernes en Copenhague, con la esperanza de revivir un proyecto bastante tocado. Allí, se verá acompañado por una gran concentración de personalidades de la vida española, como el Rey, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero o el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.

Sin embargo, poco después, Chicago veía como sus aspiraciones se ensombrecían al conocerse que un amigo del alcalde de la ciudad de Barack Obama, acumula terrenos en las inmediaciones de las futuras instalaciones olímpicas.

A pesar de esto, Madrid tenía que tapar también sus propias vergüenzas, dado el caso de espionaje de la candidatura de Gallardón a la de Río de Janeiro. Un caso que obligó a la candidatura española a pedir disculpas oficiales a Brasil, en un incidente que podría haber supuesto la descalificación de Madrid16.