Maradona arregla los problemas de Argentina desde un balneario de lujo

“Diego no ha ido a Italia a desintoxicarse, porque no ha regresado a las drogas, descarten esa hipótesis, por favor. Sólo necesitaba hacer un impasse psicológico, había que alejarlo de la prensa y por eso se fue. El lugar lo ha elegido su pareja, Verónica, que siempre ha estado con él y le sirve de gran ayuda”. Estas frases las ha dicho Alfredo Cahe, médico internista, amigo personal de Diego Armando Maradona y hombre que cuida de la salud de D10s desde hace dos décadas. El actual seleccionador de Argentina vuelve a encontrarse en el centro del huracán. Con los pies de la albiceleste resbalando en el alambre y las luces rojas encendidas de cara a su participación en el Mundial de Sudáfrica, Diego volvió a ponerse la armadura pues  sigue luchando a muerte contra sus demonios.

El mejor jugador de fútbol de todos los tiempos se agarró de la mano a su novia y con la única ayuda de un familiar, tomó sorpresivamente un vuelo con dirección a Europa. Viajó al norte italiano, al Palace Merano, un balneario de lujo, adornado con elementos arquitectónicos del siglo XIII y pinceladas del XX. Diego ocupa una suite de 6.000 euros por semana, oficialmente para rebajar nueve kilos, pero también para quitarse un peligroso stress acumulado en los últimos tres meses y que ha encendido las alarmas. Vistos los síntomas, el machacón Cahe (que conoce muy bien las estaciones del infierno que visitó Diego) y la novia del astro le convencieron a duras penas para que volase a otro ambiente.

El lunes, Julio Grondona, presidente de AFA, tenía convocado en sus oficinas a Maradona y su cuerpo técnico, así como al director deportivo de la albiceleste, Carlos Salvador Bilardo. Ese día por la tarde se personó en las oficinas de AFA todo el cuerpo técnico del seleccionador: Alejandro Mancuso, Miguel Ángel Lehme, y  Fernando Signorini. También estaban presentes Bilardo y el propio Grondona. Pero ni señales de Maradona. Fue Mancuso el que anunció la nueva. “Diego no vendrá, está de viaje por Europa”. Grondona se mordió el labio inferior para no decir ningún improperio. El grupo analizó la situación y el presidente de AFA encargó al Narigón Bilardo tomar las riendas de la situación del equipo nacional argentino, momentáneamente, se apresuró a aclarar.

Grondona empieza a pensar en una alternativa a Diego

Nadie puede soslayar una situación explosiva que puede chamuscar a todos, incluyendo al propio Grondona, el hombre fuerte del fútbol argentino, que siempre flota como un corcho y nunca tuvo una relación cordial con Maradona. Pero en esta ocasión Grondona, que ve cómo le llueven las críticas desde todos lados, tiene cogote y medio en el barro y comienza a dar manotazos para buscar su sempiterna tabla de salvación aunque para ello hunda al mismísimo D10s.

Como siempre que le han venido mal dadas, tras la derrota ante Paraguay, Diego Maradona se había encerrado en su domicilio y sólo quería ver el rostro de nadie. Alarmada por esta negativa actitud, Verónica (pareja del astro) requirió la presencia del doctor Cahe, que no dudó en acudir al domicilio del jugador. Según los íntimos de Maradona, cuando el cielo le amanece negro, y los días y las noches son del mismo color, Diego sólo quiere dormir y deja la cama durante breves minutos para comer, después más sueños, única manera posible para salir de la maraña de cables eléctricos y problemas que lo acosan. De ahí que optara por un botón que no es nuevo y supone lo mejor para su salud: desconexión urgente y poner kilómetros y océanos entre él y Buenos Aires, ojo de sus huracanes.

Por eso Maradona está recluido en Palace Merano, cenando alimentos sin grasa y atiborrándose de comida alternativa, como quinua, seitán o kamut, sustitutivos del trigo. En aquel lugar, próximo con Austria, Diego Maradona tirará bolas en el campo de golf de nueve hoyos y respirará sano. Con un único objetivo: de aquí a dos semanas, el ex jugador volverá a la Argentina con las pilas cargadas, más delgado y puede que con su sempiterna sonrisa altiva. Sólo entonces encarará los mil y un problemas que dejó a principios de semana: una revolución en la convocatoria del equipo (descabalgará a varios clásicos, como Heinze, Gago o Zanetti, y llamará a sangre nueva, se habla, incluso, de los sevillistas Fazio y Perotti), mantendrá una detenida y nada amena conversación con Grondona y Bilardo y, por supuesto, lanzará morteros y dinamita contra Pelé, su añorado enemigo que ha vuelto a darle fuerte ahora que está caído. Cosas de dioses.