Reclutan parte de la plantilla de Matthaus para la guerra

La guerra entre fuerzas israelíes y combatientes palestinos en la franja de Gaza está afectando directamente al deporte mundial. Según algunos medios de comunicación, el entrenador alemán del Maccabi Netanya, Lotthar Matthaus, habría perdido a siete jugadores de su plantilla por alistarse en el ejército israelí. Sin embargo, según pudo saber El Confidencial, a través de fuentes israelíes, esos futbolistas no se alistaron al ejército para entrar en guerra, sino que les han asignado trabajos en las oficinas militares. Matthaus aseguró que sus pupilos “no tienen la cabeza despejada”, porque la guerra está muy cerca de ellos y es una situación muy difícil de superar. Lo cierto es que estos jóvenes deportistas han tenido suerte de no participar directamente en la guerra, pero de que están al pie del cañón, eso nadie lo duda.

Este no es ni el primero, ni el único caso que se ha suscitado desde que comenzó la guerra. El martes pasado fue suspendido el partido de la Eurocopa de baloncesto en Turquía, entre el Turk Telecom y el equipo israelí Bnei Hasharon, debido a que cientos de aficionados turcos no dejaron de insultar a los jugadores del conjunto visitante, que tuvieron que retirarse a los vestuarios entre gritos de “Dios es grande” e “Israel asesino”. Incluso, los seguidores del conjunto local, lanzaron a la pista un zapato, que, según la cultura musulmana, es uno de los gestos de mayor desprecio.

El tenis tampoco se salva. La tenista israelí Shahar Peer, que pasó a cuartos de final del torneo de Auckland, recibió una petición del grupo pacifista neozelandés ‘Paz y Justicia’, en el que le ‘exigían’ abandonar el torneo, pues esta asociación considera que su país ha invadido injustamente Gaza. Peer se negó a hacerlo, argumentando que ella no es responsable de las acciones militares que lleva a cabo su país en otras tierras. Y es que el mundo entero está consternado por dichos acontecimientos. Hasta el día de ayer, había más de 700 civiles muertos y más de 3.100 heridos en 13 días de combate.

Cae una bomba en un campo de entrenamiento de un equipo de segunda división de Israel

El futbolista argentino Isidoro Naón, que juega en un equipo de segunda división de Israel, ha reconocido estar viviendo una pesadilla. "Me mudé de Ashkelon -que está muy cerca de Gaza- a Tel Aviv porque caían entre 20 y 25 bombas por día. De hecho, tuvimos suerte de que el último entrenamiento se suspendiera, porque cayó una bomba en donde íbamos a practicar”.

Algunos deportistas ya se están manifestando en contra de la guerra. Saben la importancia y la difusión que tiene el deporte a nivel mundial, sobre todo el fútbol. Una muestra es lo que hizo Kanoute, que después de marcar un gol el miércoles pasado en Copa, mostró una camiseta en la que mandaba un mensaje de apoyo a Palestina. La guerra no sólo se cobra víctimas, derrama sangre y destruye ciudades, no, también afecta, de una u otra forma, la vida de mucha gente. La Asociación de Fútbol de Israel (IFA) lo tiene claro. Según pudo saber este diario, la IFA ha suspendido todos los partidos de fútbol en el sur de Israel porque consideran que la zona es demasiado peligrosa y quieren evitar a toda costa más víctimas civiles.

El último en pronunciarse en contra de la guerra ha sido el jugador del FC Barcelona Seydou Keita. El centrocampista africano se sinceró y calificó el conflicto de ser un acto "sensible". "Todo el mundo es sensible cuando ve los muertos que hay. Más allá de las razones de cada implicado, lo importante es que se pare la guerra de una vez y que no  haya más muertos. Eso es lo que quiero", sentenció el jugador blaugrana.