Campaña de apoyo a favor de 'Pepu' Hernández para que siga al frente de la selección

El seleccionar nacional José Vicente Hernández, mejor conocido como ‘Pepu’, que ha sufrido en los últimos días un 'ataque de nervios' a causa de la incertidumbre que ha sembrado el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB) José Luis Saez en torno a su continuidad al frente del combinado nacional, ha recibo un inyección de apoyo para disipar las dudas. Aficionados, familiares, amigos, y hasta el secretario de Estado para el Deporte Jaime Lissavetzky, se han pronunciado diplomáticamente a favor de 'Pepu'. Mucho son los que coinciden en que debe ser él quien lidere a España en los próximos Juegos Olímpicos.

En estos momentos la prioridad debería ser la preparación, establecer un ambiente que aleje la contaminación y genere seguridad, la prioridad es encontrar la llave que abra la caja de las motivaciones para que los que representen a España en Pekín tengan la fuerza de un tsunami para subir al podio. La incertidumbre es un arma poderosa que siempre beneficiará más al oponente. 'Pepu', involuntariamente, ha construido un ejército indestructible comandado por sus más cercanos seguidores, por los que mejor le conocen, por los que confían en un proyecto que ha sacado provecho de las mejores cosechas y que se ha contagiado de una virtud que posee ‘Pepu’ Hernández: hambre de triunfos. Se ha levantado una campaña de apoyo para apagar el fuego cuanto antes.

La selección de baloncesto ya ha recorrido gran parte del camino rumbo a Pekín. La comunicación entre seleccionador y FEB ha sido a través de los medios de comunicación. Y eso no debe seguir así. Los aficionados quieren medallas y ‘Pepu’, junto a sus estrellas, se las pueden dar. Comandó a España cuando fue campeona del mundo y también cuando fue subcampeona de Europa. La campaña de apoyo está fortaleciendo un proyecto que se ha construído con sudor y lágrimas. Un proyecto que lo avalan los números y lo aprueba la victoria. ‘Pepu’ no debe de estar en duda. No debe ser presa de los rumores, de las malas lenguas que suelen pronunciarse en momentos importantes y que generan inestabilidad. Faltan setenta días para Pekín. No es nada para una cita que se celebra cada cuatro años. Es momento de acabar con las sospechas. La FEB y el seleccionador se tendrán que reunir para arreglar sus diferencias.