Vassallo Argüello, el tenista pobre que reivindica al 'Che'

Pocos son los que conocen a Martín Vassallo Argüello, un tenista argentino que se ha visto inmerso en la voz de la opinión pública por el eco de sus palabras. El ‘tenista pobre’, como él mismo se hace llamar, tiene un pasado que le ha marcado un camino y un destino a seguir. Es conocido por entrenarse a través de Internet, por su afinidad con las ideas de Ernesto el ‘Che’ Guevara, por su supuesta implicación en el arreglo de apuestas, por sus hazañas en Roland Garros, pero sobre todo se le conoce por ser un tenista con sangre de político.

Todo se remonta al día que logró acceder a la cuarta ronda (octavos de final) del Roland Garros de 2006. Al final del encuentro frente al francés Sebastián Grosjean, Martín Vassallo firmó en la lente de la cámara de ESPN como “HLVS”, que no significa otra cosa que “Hasta la victoria siempre”, en alusión al lema del ‘Che’. La anécdota dio la vuelta al mundo. Y es que el argentino, nacido el 18 de enero de 1980 en Temperley, no sabía que bailar un tango ante los ojos de miles de seguidores, le definiría un perfil para el resto de su vida.

Ese sólo fue el principio del ‘tenista pobre’. Pero no el final. En el 2007 se vio implicado en un escándalo de apuestas. Tras ir perdiendo en el torneo de Sopot en Polonia ante Nikolai Davydenko, el tenista ruso abandonó la pista en el tercer set por una lesión, lo que le otorgó al argentino el pase a cuartos de final. Curiosamente para ese partido fueron apostados siete millones de dólares en la casa de apuestas Betfair a favor de Vassallo. La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) inició una investigación a ambos deportistas por un supuesto arreglo. El caso no está cerrado aún, sin embargo, cuando se le ha preguntado por la averiguación, Vasallo ha dicho que "ellos (ATP) quieren saber quién habla conmigo, quién anda a nuestro alrededor. Lo que más me molesta es que no tengo armas para contestar".

Sin duda es un caso singular en el que se sospecha más del ruso que de Vassallo. Y es que los principios y valores que le inculcaron su padre (periodista) y su madre (psicóloga), le han protegido como un escudo antibalas. O al menos eso parece. El tenis es un deporte que exige mucho esfuerzo, como cualquier otro deporte, exige disciplina, exige trabajo, pero también exige un buen fajo de billetes. Y aquí encontramos la respuesta de su ‘mote’. El ‘tenista pobre’, cuando emprendió el vuelo como profesional, no tenía entrenador personal. Entonces decidió recibir asesoría técnica a través de Internet. Localizó a Horacio de la Peña, ex jugador de la ATP y comenzó un entrenamiento basado en e-mails. Y mejoró. Sus avances deportivos le llevaron a competir a un nivel más alto. Pero eso requería mayores gastos. Entonces recurrió a otro tenista, Leonardo Olguín, para pagarse los hoteles durante las competiciones. Así fue superando cada prueba que la vida le ponía. Hasta que llegó al día de hoy. Vassallo ha superado la primera ronda de Roland Garros por tercer año consecutivo al derrotar al español Feliciano López que, si no conocía al 'tenista pobre', ahora hasta soñará con él.

Tras el triunfo de este miércoles, el argentino recordó lo que significó aquel año en que firmó como si fuese el 'Che'. “Desde aquel año todo cambió a mi alrededor, me entreno más parecido a los tenistas ricos, tengo estructura en torno a mí, viajo a los torneos acompañado, juego menos, soy más profesional en lo que puedo, tengo psicólogo, un entrenador, un preparado físico. Si logras tener cada pedacito de tu vida en orden vas sumando granitos de arena que te ayudan en la cancha”. Martín Vassallo, hincha de Boca Juniors y profundo idealista, haga lo que haga en las superficies de tenis, será recordado por sus enunciados ideológicos. “Abajo a la izquierda está el corazón. Por abajo, entiendo humildad, y por izquierda, solidaridad”.