Calderón le pone una insignia a la oposición

No le quedó más remedio. Ramón Calderón con cara de póker, fingió que no pasaba nada e impuso la insignia por sus 25 años de socio a Eugenio Martínez Bravo, el máximo responsable de la Plataforma Blanca que, entre otras cosas, se está caracterizando por ejercer una dura crítica a la gestión presidencial. Sin poner palos en las ruedas de los equipos de fútbol y de baloncesto, que están cumpliendo con creces, pero atendiendo a los errores de gestión y a la pérdida de imagen de la institución desde la llegada del actual presidente al cargo.

Sí, Martínez Bravo lleva ya 25 años como socio del club blanco y en sus últimas apariciones siempre ha mostrado su estupor por lo que está ocurriendo en el interior de su club. Ha alertado sobre la necesidad de crear un código ético que evite la presencia de familiares de directivos en puestos remunerados por la institución, por arreglar el desaguisado del voto por correo y por pedir una gestión transparente y una auditoría que delimite realmente cual es la situación contable del Madrid. En fin, cosas normales que parecen haber molestado a los actuales dirigentes, pero que son pretendidas por unos cuantos compañeros de viaje de Martínez Bravo. Ya son más de 700 los componentes de una Plataforma que se perfila como polo de oposición para el momento en que haya que volver a las urnas.

Ayer por la tarde, Martínez Bravo se las vio con Calderón, el mismo que no ha atendido a ninguno de sus escritos y que no se ha dignado recibirle pese a sus requerimientos. No hubo mucho tiempo para la charla. Muchos otros socios esperaron su turno y su insignia. Pero la batalla continuará. Porque lo que está ocurriendo puede tener remedio. La Plataforma, al menos, va a buscar soluciones.