Los jugadores del Atlético pasan de KIA

Los futbolistas de Primera son grandes consumidores de coches de lujo. Pero en los últimos tiempos los patrocinios y compromisos de los clubes están privando a muchos de ellos de lucir sus mejores modelos y los futbolistas se resisten a dejar sus bólidos en el garaje de casa. Es lo que está pasando en el Atlético de Madrid, y Kia, la firma que patrocina, se está mosqueando. La marca renovó el contrato de patrocinio el pasado verano hasta 2011 e hizo entrega a toda la plantilla y el cuerpo técnico de un vehículo, que deberían utilizar para acudir a los entrenamientos. El enfado de Kia viene porque en un día normal, en el parking del Cerro del Espino de Majadahonda, donde se entrena el Atlético, apenas hay media docena de Kia flanqueados por Ferraris, Lamborghini, Mercedes, Audi, Porsche, BMW… Sólo el cuerpo técnico y alguno de los capitanes como Maxi Rodríguez cumplen a diario con el compromiso de circular con el coche de la marca que se deja un buen puñado de millones en el club.

El parque móvil rojiblanco tiene de todo: Reyes se mueve en un Mercerdes Mc Laren o un Audi Q7; Seitaridis, uno de los más sibaritas, en un Lamborghini o en un Ferrari; Maniche también conduce un Lamborghini que alterna con un Porsche Cayenne; Abbiati luce un Bentley; Luis García un Aston Martin, Mista y Pernía un Q7; Motta un gigante Porsche Cayenne Magnun… Y así una larga lista en la que aparecen, un día cualquiera, sólo cinco Kia Sorento de color negro. El jueves, por ejemplo, Agüero apareció con él. En el club son concientes del posible malestar de Kia y estudian tomar cartas en el asunto.

Algo parecido sucedió en Valencia con su patrocinador Toyota. El club se ha planteado modificar el régimen interno y prohibir la entrada al recinco de Paterna a todo aquel jugador que no lleve el coche oficial y deberá dejarlo fuera. Toyota se quejó al Valencia para que cumplieran los compromisos del acuerdo de patrocinio. Aún así, los valencianistas siguen luciendo cochazos como el nuevo Audi R8 de Silva; el Ferrari de Cañizares y el de Joaquín o el Porsche 911 de Villa. Los que sí cumplen a rajatabla son los jugadores del Real Madrid con Audi. Todos se desplazan a Valdebebas con el coche oficial.