La lucha contra los sobornos en la 'Champions del Este'

Todavía no se me ha cerrado la boca al asumir en los últimos días que hay partidos de Champions en la zona este de Europa donde se han metido manos, piernas y cazos varios para alterar su resultado y los dividendos de algunos. Todavía no se me han ido los sustos al ver que la Europol está detrás de la exhaustiva investigación de estos supuestos amaños y tejemanejes. No me quiero imaginar al Tribunal de Estrasburgo diciendo que se repita tal o cual partido en un caso similar al del Obradoiro en la Liga ACB española.

Por fin he llegado a la conclusión de que el negocio del fútbol puede ser tan rentable como el del ladrillo, y que los caminos más cortos y empedrados pueden resultar muy suculentos para aquellos kamikazes que prefieren ir por lo clandestino y salirse de la autopista. Imagino que con los días iremos conociendo detalles y pormenores, con nombres, apellidos y rostros de esos que se han dejado el honor por un buen saco de euros. De todas formas algún antecedente de Champions hay, me acuerdo de aquel partido que pitaba Antonio Jesús López Nieto en Kiev y como un intermediario del equipo local le ofreció, descaradamente, unos abrigos de visón para él y sus asistentes. El trencilla español estuvo raudo y se quitó de en medio “la ofrenda” poniendo todo lo sucedido en conocimiento de la UEFA.

Y es que este organismo es para hacer una tesis y no parar. Sus normas, sus gentes, su cuerpo funcionarial y hasta sus vicios en textura de costumbre que a todos los del mundillo nos llama la atención. Ahora Platini es el que lleva las riendas, dicen que con cierta cautela para no caer demasiado pronto de la cuádriga. Quiere mejorar, innovar, avanzar, futurizar un gigante de mucha 'pasta' que se resiste a variar el statu quo reinante. Lo que pasa es que por el momento sólo ha conseguido pequeñas briznas insignificantes. Empezó por retornar a la entrega de trofeos en el palco y no en el césped y ha seguido con esos retoques de maquillaje para la futura Liga de Campeones. Por cierto, mandagüebs que Villar también votara en contra de poner al campeón de la Copa en la Champions del año siguiente. Luego queremos reflotar una competición que seguro no le interesa… ni al mismísimo Rey.

Otra cosa será que de verdad el amigo Michel se empeñe en desarrollar lo que se ha denominado “Proyecto de Policía Deportiva Europea”, que dicho así, parece un cuerpo vestido de chándal que ante el malhechor no dispararía, sino que daría raquetazos y balonazos de disuasión. El presidente uefo es consciente de la espiral de violencia y sabe que al fútbol o se le protege en serio de los que quieren aprovecharse de su repercusión, o lo pueden herir seriamente. Si las autoridades de la Unión se ponen de acuerdo, hay cancha suficiente para tomar medidas y para que acontecimientos tan penosos como los de Italia o los del jueves en Madrid con los seguidores de Aberdeen, no se vuelvan a dar con tanta impunidad. Y no me olvido de los presidentes. De aquellos que miran hacia otro lado. No dejo de señalar a los blandos, a los torpes, a los peligrosamente incapaces que por tener a sus radicales contentos les subvencionan entradas, les dan llaves de locales en los estadios y siguen haciendo la vista gorda sin remordimiento alguno. A esos apoltronados también hay que exigirles su responsabilidad social. Que conste en acta.