Ramos, Casillas y Robinho: renovaciones prioritarias

Cada vez lo tienen más claro en el Real Madrid. La contratación de Kaká, el gran sueño de los actuales dirigentes blancos, es una quimera cada vez más alejada de la realidad. Una vuelta de tuerca más fue la renovación del jugador brasileño hasta 2012, justo unos días después de que hubiera comentado la posibilidad de abandonar Italia por los continuos problemas de orden público que afectan al Calcio. Esta ampliación de contrato, la cuarta desde que llegó al club rossonero, va a situar al brasileño con una ficha anual superior a los ocho millones de euros. Demasiado para sus hipotéticos postores.

Ante esta realidad, la junta directiva del Real Madrid se ha marcado el reto de apuntalar su plantilla para los próximos años bajo la premisa de convertir en intocables a los tres futbolistas que se perciben como decisivos y futuros jefes del vestuario. Una vez que Raúl y Guti se marchen, la base estará formada por Casillas, 26 años, Sergio Ramos, 21 y Robinho, 23. Y la intención es atar a estos jugadores con contratos que prácticamente aseguren la continuidad de todos ellos hasta el final de sus respectivas carreras. A pesar incluso de que en algunos casos, como el de Ramos, ya se le mejoró sustancialmente la ficha recientemente.

El sevillano tiene contrato hasta 2013, pero el fuerte interés del Milan despertó todas las alarmas. Cobra alrededor de cuatro millones de euros y su barrera se perfila en los seis millones, lo que cobra actualmente Raúl. Por cierto, que la idea de que aceptara una de las capitanías por contrato, que anunció Abellán en la Cope, era cierta. Cosas del fútbol y del actual Madrid. En el caso de Iker fue Florentino Pérez el que le hizo la última mejora hace dos temporadas. Acaba en 2011, también, anda por los cuatro millones y medio netos, y las noticias del interés del Tottenham recuerdan que el arquero sigue siendo muy cotizado. Habrá negociación durante la actual temporada.

El que menos cobra de los tres jóvenes pilares del futuro es Robinho, unos tres millones anuales. Acaba en 2010. Hay gente en la directiva que le habría despedido con gusto hace varias semanas. Incluso del cuerpo técnico. Pero Schuster y su segundo, Manolo Ruiz, sus valedores, le han dado plena confianza y la tortilla se ha dado la vuelta. El Milan hizo una oferta que estuvo a punto de ser aceptada. Ahora toca pensar en la renovación.