Bryan Adams, el último artista en dar la espalda a la Norteamérica homófoba

Mientras Smithers sale del armario en el último capítulo de los Simpsons, los gobernadores de Carolina del Norte y Kansas promulgan leyes que se saltan a torera décadas de lucha por las libertades y contra la discriminación del colectivo LGBT. Y en un país de contradicciones como Estados Unidos, esto supone una nueva fractura más, otra barra sin estrellas que equipara a la Estatua de La Libertad con los encapuchados del Ku Klux Klan.

Sin embargo, no todos en el país están dispuestos a que la Georgia de Ray Charles o el Kansas de Oz vuelvan a los tiempos del 'apartheid', aunque sus instigadores se amparen en la letra pequeña de la libertad religiosa. El cantante Brian Adams ha sido el último músico en mostrar su descontento con la homofobia legalizada al cancelar un concierto en el Mississippi Coast Coliseum de Biloxi para protestar contra la Ley de Libertad Religiosa que permitirá a personas y organizaciones negar sus servicios a gays, madres solteras o a cualquiera “que no tenga una sincera creencia religiosa”.

"Usando mi voz me solidarizo con todos mis amigos LGBT para repeler esta norma extremadamente discriminatoria. Espero que Mississippi recapacite y pueda volver para actuar para mis muchos fans. Espero ese día", explicó el músico en las redes sociales.

Su decisión llega unos días después de que el cantante Bruce Springsteen suspendiera un concierto en Carolina del Norte para protestar por las medidas homófobas del estado, como la ley que dicta a las personas transgénero qué cuarto de baño deben usar o que impide a las personas gays denunciar si sus derechos son violados en su lugar de trabajo.

Hollywood contra la homofobia

El cine ha sido tradicionalmente un medio para anclar estereotipos; sin embargo, en los últimos tiempos, estudios, compañías y cineastas de Hollywood han enarbolado la bandera de la libertad y la tolerancia pagando, de alguna forma, su deuda kármica. Cuando el pasado marzo Georgia estuvo apunto de promulgar un proyecto de ley a través del que, amparándose también en la defensa de la libertad religiosa, segaba las libertades civiles, sobre todo del colectivo LGTB, el gigante Disney amenazó con dejar de rodar en el estado y la NFL informó que Atlanta no acogería la Superbowl en 2019, así como numerosos estudios de televisión y cine, que prometieron trasladar su sede de lugar de aprobarse la ley. Unas presiones que supondrían importantes pérdidas económicas a Georgia y que lograron que el propio gobernador republicano, Nathan Deal ejerciera su derecho a veto.

Y eso aunque actores como Ian McKellen declaró a 'The Guardian' que ningún hombre abiertamente gay ha ganado nunca un Oscar, aunque muchas grandes estrellas lo consiguieron interpretando a homosexuales, como Tom Hanks o Sean Penn.