Kings of Convenience, listos para reinar en Madrid

Ni una sola entrada queda ya para ver a Kings of Convenience en el Price madrileño este domingo. Los noruegos, que no se toman prisas a la hora de actualizar su discografía (cinco años han tenido que pasar desde Riot on an Empty Street, su segundo disco, para que volvieran al estudio), llegan al circo estable de Madrid para dar a conocer en directo sus nuevas canciones, incluidas en el reciente Declaration of Dependence.

Kings Of Convenience es el proyecto que desde hace diez años comparten Eirik Glambæk Bøe y de Erlend øye, auténtico referente músical este último de la década que termina y que en sus diferentes proyectos colectivos (Kings of Convenience, The Whitest Boy Alive) o en solitario ha sabido viajar de las más sutiles melodías pop a la electrónica más noctámbula.

Al escucharlos bajo la lluvia suenan incluso mejor.

No podía haber mayor declaración de intenciones en su primer álbum que el título mismo, Quiet Is The New Loud, y con este último trabajo parecen haber querido rizar el rizo: "Quieter is the new quiet", parafrasea en su crítica del álbum la todopoderosa web Pitchfork, que le da un 7,9. El lustro de silencio no ha hecho más que terminar de acentuar el perfil de una banda que ya tenía perfectamente marcados los parámetros de un estilo poco arriesgado pero seguro.

Los reventas pueden hacer el agosto en pleno noviembre, porque esta tarde se celebra en Madrid el que sin duda es uno de los conciertos más bellos de este otoño que aún no se decide a serlo del todo. Una pena: al escucharlos bajo la lluvia suenan incluso mejor. ¿Será cosa de la norueguidad? Debe ser que todos estamos deseando que del cielo caigan lágrimas, porque para Braga y Lisboa (Portugal) también están agotadas. Sólo para Vigo (unas 300) el próximo martes y San Sebastián (el día 7, aunque a última hora del sábado no quedaban más que 20) aún quedan entradas.