Ausencia de favorito para hacerse con el Nobel de Literaura

La polémica por las críticas del secretario permanente de la Academia Sueca, Horace Engdahl, a la literatura estadounidense y la falta de favoritos claros para el Nobel de la Paz marcan el inicio mañana de la ronda de ganadores de los centenarios premios. Como cada año la elección en Literatura, el próximo jueves, y la Paz, el viernes, acapara la atención por encima de las otras cuatro categorías, Medicina y Fisiología -el primero que se otorga, el lunes-, Física (martes), Química (miércoles) y Economía (lunes de la siguiente semana), y da pie a interminables especulaciones.

En el caso del premio de Literatura tanto o más que de posibles ganadores se ha hablado de las declaraciones de Engdahl a la agencia estadounidense AP en las que califica la literatura de ese país de "insular" y defiende que Europa es el "centro" del mundo literario. Las palabras de Engdahl han generado controversia, no tanto en Suecia como en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde medios y expertos lo han acusado de "ignorante".

En medio del revuelo, el habitualmente hermético Engdahl ha resaltado que el Nobel no premia literaturas ni países sino autores y que la nacionalidad es indiferente en la elección. En las quinielas al galardón aparecen bien colocados autores de esta nacionalidad como Joyce Carol Oates, Philip Roth, Thomas Pynchon y Don DeLillo, los principales candidatos a suceder a la escritora Toni Morrison, la última estadounidense en ganar el premio en Literatura en 1993.

Pero es el italiano Claudio Magris, uno de los nombres habituales en los últimos años, el que parece mejor situado, al menos para la casa de apuestas británica Landbrokes, seguido por otros dos valores seguros: el sirio-libanés Adonis y el israelí Amos Oz.

A favor de las letras hispanas juega el hecho de que hace 18 años que no se premia a nadie que escriba en castellano -el último fue el mexicano Octavio Paz-, aunque los nombres más sólidos como el mexicano Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa tienen en contra el hecho de su condición de "eternos" candidatos. No es la primera vez sin embargo que la Academia Sueca rescata a un autor que ya parecía olvidado, como hizo el año pasado con la británica Doris Lessing.

Menos polémico se presenta a priori el de la Paz, caracterizado en cambio por la falta de favoritos claros, a diferencia del año pasado, cuando era un clamor que el premio iría al ex vicepresidente de EEUU Al Gore y el indio Rajendra Pachauri, que preside el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU. Incluso el director del Instituto Nobel de Oslo, Geir Lundestad, ha reconocido que este año no se ha producido "ningún avance llamativo" que el Comité Nobel tuviera que tener en cuenta.

La mayoría de expertos noruegos apuntan no obstante a algún activista u organismo relacionado con los derechos humanos, un pronóstico que se ve reforzado por un hecho histórico. El día de la entrega de los premios, el 10 de diciembre, se cumplirán 60 años de la adopción en París de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Aparte de la organización Human Rights Watch, suenan con fuerza dos nombres: el activista chino Hu Jia y la defensora de los derechos humanos y abogada chechena Lidia Yusúpova.

La lista de candidatos es interminable: el presidente del Tribunal Supremo paquistaní, Iftikhar Muhammad Chaudry; la ex fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte; el monje vietnamita Thich Quang Do; el líder opositor de Zimbabue, Morgan Tsvangirai.

La política colombiana Ingrid Betancourt, el presidente de Bolivia, Evo Morales, el cubano Osvaldo Payá y las argentinas Abuelas de Plaza de Mayo aparecen también entre los nombres de hipotéticos candidatos, que se mueven en el terreno de la especulación. Los nominados por los distintos comités Nobel no se pueden conocer hasta pasados 50 años, aunque nada impide que los hagan públicos los individuos o instituciones que han propuesto candidaturas, como así sucede en algunos casos.

Lo único que se sabe con seguridad es que hay 197 candidatos, 16 más que el año pasado, de los que 164 corresponden a individuos y 33 a organizaciones. Los galardones serán entregado el 10 de diciembre en una doble ceremonia en Estocolmo y en Oslo.