José Sacristán quiere volver a ser Pepe

El actor español José Sacristán, que protagoniza en Buenos Aires la obra Dos menos junto a Héctor Alterio, admite que lleva cincuenta años "siendo otra persona" y espera terminar esta gira para volver a ser él mismo y descansar, porque se soporta "bastante bien". El actor tiene previsto descansar en su casa de Peralejos, en Madrid, y "leer, escribir, escuchar música", cuando concluya la gira de la obra, que tras Argentina les llevará a España durante prácticamente todo el año que viene.

Pero aún queda tiempo y, mientras tanto, sigue volcado y divirtiéndose con Dos menos, que se estrenó a primeros de mayo en Buenos Aires y que, según Sacristán, ha tenido un respuesta del público "inmejorable".

"Me reencuentro con un público -el porteño- al que le debo la hostia", reconoce. Sacristán se confiesa admirador de la obra del francés Samuel Benchetrit, autor del texto, porque "su mirada sobre el ser humano es muy singular, tierna, divertida, y esta es una historia dedicada a las fragilidades, como si fueran las alas de una mariposa". Dos menos cuenta la historia de dos veteranos a quienes les quedan sólo tres semanas de vida y coinciden en la misma habitación de un hospital.

Para Sacristán "los mejores" en su profesión, "no sólo actores, productores, directores, iluminadores...", están en Argentina, un país al que está ligado desde hace décadas, con el que ha tenido "una historia bonita teñida de cosas jodidas" y que es para él "una aventura más allá del puro trabajo". La primera vez que viajó a Argentina fue en 1963 y desde entonces ha regresado tantas veces, a pasar largas temporadas, a trabajar y a vivir, que ya es "un ciudadano más" en un país del que envidia "la cordialidad hacia el mundo de la cultura", omnipresente en la vida porteña.

Sacristán (nacido en Chinchón, Madrid, en 1937) se siente agradecido y orgulloso de ser uno más entre los actores argentinos, de los que aprendió la técnica, y asegura que, ahora que puede desestimar algunos de los papeles que le ofrecen, se decide por aquellos que le "ponen cachondo". Y es que afirma que "hay una sensualidad latente en la relación del actor con el personaje", Sacristán considera su trabajo como "un juego" y cada vez que salta al escenario va "al rescate del crío" que lleva dentro.

Sacristán opina tímidamente, porque no se considera "autoridad en la materia", sobre los actuales conflictos argentinos, en especial el protagonizado por los productores agropecuarios y el Gobierno en los últimos meses. "La manera de enfrentar estos conflictos me recuerda a otros tiempos y eso me inquieta, todavía colean ecos que ponen los pelos de punta", señala.

Aun estando al otro lado del Atlántico sigue de cerca la actualidad española, y tras celebrar la reciente detención de la cúpula de ETA, pronostica que "la derecha española va a salir muy mal parada cuando se haga balance de la última legislatura". Añade que respiro al comprobar que “en la derecha hay gente que se ha dado cuenta de que no pueden seguir siendo trogloditas".