De Nápoles y los espejos
Todo Nápoles parece una escenografía barroca. Sus calles imbricadas y umbrías, sus construcciones empinadas de piedra dorada, sus kilómetros de cuerda de ventana en ventana con todos los ajuares textiles de miles de familias, son puro teatro
PorJaime M. de los Santos 2
De mascletàs y un buñuelo de viento
La mascletà es un ritual casi telúrico que atraviesa a cualquiera que esté bajo su efecto, en el radio de su onda expansiva
PorJaime M. de los Santos 1
De la moda en la Casa de Alba y otros secretos confesables
Siempre he visto en la moda la mejor forma, la más elocuente, de intentar comprender los porqués, algunos, de sociedades pasadas
PorJaime M. de los Santos
De milagros, arias y los caballeros templarios
El arte de la ópera representa un milagro, uno de proporciones bíblicas
PorJaime M. de los Santos
De besos, gestos y el ascenso al Mont Ventoux
Es Giotto, en la Capilla Scrovegni de Padua, quien mejor va a expresar esa tensión primitiva entre el dentro y fuera, entre lo conocido —y tangible— y lo que escapa a la razón
PorJaime M. de los Santos 1
De mujeres que mueven la boca y hombres que mejor si estuvieran callados
A veces, todos movemos la boca despreciando la idea de no decir nada —error—. Los hay que eligen justo los vocablos que jamás deberían haber hilvanado
PorJaime M. de los Santos 3
De la otredad, el amor y la guerra
Todo es trágico en Pajtim Statovci, hasta el amor verdadero; porque en todo está la guerra, las de Yugoslavia y la librada dentro del pecho, las que siguen matando hoy
PorJaime M. de los Santos
De Marcel Proust y la belleza exterior
A la concatenación de adjetivos, de sentimientos, de frases y descripciones inmensas, se suma en la gran obra de Proust —y casi del siglo XX— la mirada fría de cronista
PorJaime M. de los Santos 1