Intentan tomarse las uvas en un avión durante un vuelo, pero la azafata frustra la tradición

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Es poco usual, aunque cada vez son más los viajeros que celebran el fin de año por los aires. No suele ser algo buscado. Se trata simplemente de una mera casualidad que el cambio de año les pille en pleno vuelo hacia algún destino de largo trayecto. Despegan un 31 de diciembre y aterrizan en destino el 1 de enero.

Sin embargo, lejos de no seguir con las tradiciones, las aerolíneas españolas prevén esta peculiar experiencia para que sus pasajeros pueden tomar las uvas de la suerte. Así ha sido el caso de Rocío, una tiktoker española que viajaba junto a sus padres y su novio a Miami para pasar los primeros días del año 2024 al sol de la costa este de Estados Unidos.

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En la grabación se ve a la joven en el interior del avión, cómodamente sentada en su asiento de clase business y dispuesta a comerse las doce uvas que previamente le han facilitado las azafatas para cuando llegara el momento de pasar del año 2023 al 2024. Sin duda, un momento único que quiso inmortalizar y compartir con sus seguidores.

¿Está de coña?

“Así hemos vivido las campanadas en un vuelo”, escribió la joven en el vídeo, donde se la ve algo nerviosa ante el momento que van a vivir. Su novio, Víctor, aparece de pie y hace una cuenta atrás para iniciar el esperado instante: “cuatro, tres, dos, uno”, se le oye decir al joven, mientras permanecen unos segundos en silencio.

La azafata inició una cuenta regresiva tan rápida que los pasajeros apenas tuvieron tiempo de comer las primeras uvas

“Señores pasajeros, atentos”, dijo acto seguido la azafata antes de iniciar una cuenta regresiva (y meteórica) dando las doce uvas, algo que concluyó en apenas unos segundos y con la cara de incredulidad de Rocío y Víctor y el resto del pasaje que fueron incapaces de concluir esta tradición centenaria con la tranquilidad que hubieran deseado.

Tanto es así, que de los nervios a Rocío se le cayó una de las uvas y a mitad del conteo empezó a reírse y exclamar: “¿Perdona?”, sin dar crédito a lo que acababan de vivir. “Voy a potar”, dice su novio con la boca llena, mientras que ella espetó: “Que yo todavía sigo comiéndomelas”. Tras encontrar la uva perdida y dar cuenta de ella, Rocío no pudo evitar exclamar: “¿Está de coña?. Flipo”. El vídeo se hizo viral en TikTok y ya cuenta con 1,9 millones de visualizaciones.