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Historia de Zelandia, el continente desconocido que se hundió en el fondo del Pacífico
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Historia de Zelandia, el continente desconocido que se hundió en el fondo del Pacífico

Hace cerca de 23 millones de años, una gran porción de tierra que pertenecía al supercontinente de Gondwana quedó sumergida. Ahora ha vuelto a la superficie gracias a los estudios científicos

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si hoy en día llamamos Nueva Zelanda a ese país insular situado al sureste de Australia, es quizá porque hay una "Vieja Zelanda", ¿no? Este chiste tan malo que acabamos de hacer solo puede servir para introducir el que sería el auténtico territorio que quedó sepultado en el fondo del océano Pacífico hace la friolera de 23 millones de años: Zelandia. Tan grande sería ahora mismo, dibujada imaginariamente sobre los mapas, que podría superar a la India o Groenlandia en cuanto a extensión, alcanzando incluso la categoría de continente.

Fue el 13 de diciembre de 1942 cuando un famoso explorador holandés, llamado Abel Janszoon Tasman (más conocido como "el Holandés Errante") divisó desde su barco las costas de la actual Nueva Zelanda, a la que bautizó con el nombre de Staten Landt. Este navegante, cuyo hito más famoso fue descubrir la isla de Tasmania, de ahí su nombre, no fue el primer ser humano en llegar a las islas. Los primeros europeos en llegar seguramente fueran Juan Jufré y Juan Fernández, aventureros al servicio de Felipe II, quienes exploraron la actual Oceanía en 1576. Sin embargo, es más conocida la expedición de Tasman debido a que fue recibido por la población local, los maoríes, por todo lo grande; es decir, a palos.

placeholder Grabado que representa el primer contacto de los holandeses con los maoríes en 1642. (Issack Gilsemans)
Grabado que representa el primer contacto de los holandeses con los maoríes en 1642. (Issack Gilsemans)

Pero mucho antes de que hubiera barcos con los que surcar los mares y océanos en las postrimerías del mundo, mucho antes de que los Homo sapiens tuviéramos un cerebro tan desarrollado como el que tenemos ahora, y mucho antes de que existieran las islas neozelandesas, al sureste de Australia había un gran continente llamado Zelandia que se formó hace unos 83 millones de años, durante el Cretácico Superior. Todo fue resultado de la desmembración del supercontinente de Gondwana, que abarcaba la superficie de lo que hoy conocemos por Sudamérica, África, Australia, la India, Madagascar y la Antártida. Es decir, la mayor parte de los países y continentes del hemisferio sur actuales.

Foto: El continente Pangea. Foto: dinosaurpictures.org
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Gondwana empezó a desintegrarse en todas estas grandes masas de tierra hace unos 100 millones de años, según calculan ciertos estudios, y de ellas se despegó una porción de territorio más pequeña que las demás, aunque bastante grande como para considerarla un continente si pudiéramos desenterrarla del fondo marino: Zelandia, al poseer una gran actividad volcánica, marcó distancia con respecto a la isla de Australia y a lo que hoy conocemos como la Antártida. Y, durante otros tantos millones de años, esta gran isla quedó emergida, hasta que un gran tsunami la enterró en el fondo del Pacífico hace, como decíamos, unos 23 millones de años.

Y Zelandia regresó (como posibilidad científica)

Y, un buen día, tras tanto tiempo oculta y sumergida, en 2002 un grupo de científicos realizó una batimetría en el fondo del océano que arrojó una posibilidad bastante relevante: la profundidad del Pacífico disminuía mucho en todo lo que era Zelandia, lo que les llevó a deducir que el fondo marino no pertenecía a una placa oceánica, como sucede en todos los océanos del mundo, sino que estaba lo suficientemente elevada como para considerarla una placa continental. Quince años más tarde, en 2017, otro grupo de investigación corroboró lo que ya se sospechaba: al analizar los tipos de roca de la placa y su espesor relativo, demostraron que no se trataba de un mero fragmento continental, sino un continente de pleno rango cuyo 95% de su territorio se encontraba sumergido.

placeholder Un impresionante paisaje natural de Nueva Zelanda, tierra por excelencia de los 'hobbits'. (iStock)
Un impresionante paisaje natural de Nueva Zelanda, tierra por excelencia de los 'hobbits'. (iStock)

El siguiente hito es en 2019, cuando un equipo internacional de científicos trazó un mapa de la geología del sur de Nueva Zelanda, como explica un reciente artículo de la BBC. En él, los geólogos descubrieron que había sufrido un estiramiento de su superficie a causa de la fuerza tectónica de las placas continentales en dos etapas. La primera comenzaría en una horquilla que va de los 89 a los 101 millones de años atrás, durante la cual se produjo una rotura de la corteza que ahora mismo es el espacio geográfico del mar de Tasmania que abarca desde la costa suroeste de Australia hasta las costas de Nueva Zelanda. La segunda fase comenzó entre los 80 y los 90 millones de años y se corresponde con la superficie marina que separa hoy en día el sur de Nueva Zelanda con la Antártida.

Por último, en septiembre de este mismo año, un equipo internacional de investigadores publicó una serie de mapas que ayudan a imaginar la superficie real de Zelandia tal y como era antes de que colapsara y se hundiera en el fondo oceánico. Enterrada a dos kilómetros de profundidad, aguarda la llegada de más científicos para esclarecer y confirmar en los próximos años (¿quién sabe?) si en verdad era tan grande como para considerarla un continente más bajo las olas.

Si hoy en día llamamos Nueva Zelanda a ese país insular situado al sureste de Australia, es quizá porque hay una "Vieja Zelanda", ¿no? Este chiste tan malo que acabamos de hacer solo puede servir para introducir el que sería el auténtico territorio que quedó sepultado en el fondo del océano Pacífico hace la friolera de 23 millones de años: Zelandia. Tan grande sería ahora mismo, dibujada imaginariamente sobre los mapas, que podría superar a la India o Groenlandia en cuanto a extensión, alcanzando incluso la categoría de continente.

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