El truco casero para eliminar el mal olor de tus zapatillas con dos ingredientes
Si no quieres que ese tufo nauseabundo te persiga este verano, sobre todo cuando te quitas los zapatos, aquí va un truco para acabar con él de la forma más rápida y casera
Ahora, en verano, es natural que sudemos más y que con ello nuestra piel se resienta y, del mismo modo, hagamos más usos de perfumes y desodorantes para camuflar el olor corporal, sobre todo si tenemos que pasar mucho tiempo expuestos. En este sentido, hay una zona del cuerpo que está bastante predispuesta a generar un olor desagradable y sobre la que parece que poco se puede hacer más que cambiar de calzado: efectivamente, los pies.
A no ser que lleves sandalias, si tu outfit veraniego es más formal por obligación o códigos de etiqueta, es muy probable que cuando te desprendas de los zapatos al llegar a casa la estancia se inunde con un olor parecido al queso. Ojalá fuera el olor de un queso apetitoso, pero no.
Lo más eficaz a largo plazo
La solución más natural y eficiente al problema de olor de pies pasa por extremar las medidas de higiene: tan fácil como limpiarlos bien cada vez que te duchas, frotándolos con la esponja bien enjabonada y, al salir, secarlos con mimo y esmero con la toalla. Si se quedan húmedos al salir de la ducha, es muy probable que el mal olor permanezca y se cronifique en las plantillas de tus zapatos o playeras.
Lo más eficaz a corto plazo
Pero como esto lleva tiempo, y muchas veces queremos resultados inmediatos, la cuenta de Instagram Buddyfit ha subido un vídeo con un truco casero que promete buenos resultados. Tan solo has de poner en un bol de cristal dos cucharas soperas de bicarbonato y un tapón de suavizante del que usas para lavar la ropa.
Una vez mezclado, haz una bola con la masa generada y después mételo en una bolsita de tela para que se sequen. Al cabo de unas horas, cuando estén duras, ponlas dentro de los zapatos. ¡Tan simple como eficaz!
Ahora, en verano, es natural que sudemos más y que con ello nuestra piel se resienta y, del mismo modo, hagamos más usos de perfumes y desodorantes para camuflar el olor corporal, sobre todo si tenemos que pasar mucho tiempo expuestos. En este sentido, hay una zona del cuerpo que está bastante predispuesta a generar un olor desagradable y sobre la que parece que poco se puede hacer más que cambiar de calzado: efectivamente, los pies.