El truco casero (y barato) para recuperar el blanco de los electrodomésticos que se han vuelto amarillentos

Lo impoluto, clásico y atemporal del color blanco le hace imprescindible en la cocina. De ahí que mucha gente opte por colocar electrodomésticos de esta tonalidad en esta importante estancia de la casa. Sin embargo, su elegancia se ve enturbiada por la suciedad que pueden llegar a acumular y las marcas se ven de forma llamativa por lo que la limpieza es obligatoria casi a diario.

Junto a esto, y debido al paso del tiempo, los electrodomésticos de esta tonalidad tienden a tornarse amarillentos. Para evitar esta coloración que afea su estética es imprescindible una limpieza profunda, al menos una vez cada tres meses, y realizarla tanto por fuera como por dentro, donde muchas veces se ensucia mucho más.

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El Confidencial

Tanto en las lavadoras como en los lavavajillas hay que limpiar las puertas, mientras que en los frigoríficos también hay que repasar las repisas y los cajones. Para que el plástico de estos caros productos no se ponga amarillo, hoy vamos a hablar de cómo limpiar y blanquearlo con un truco casero y eficaz con el que no es necesario gastar en caros productos químicos.

Cloro, bicarbonato y agua oxigenada

El color amarillento se debe a una continua exposición al sol, al calor excesivo o a ciertos productos químicos corrosivos. Pese a que son muy antiestéticas, no es complicado eliminarlas. Lo primero que hay que hacer es limpiar bien la superficie con agua tibia y jabón para retirar los restos de suciedad y de grasa. Acto seguido hay que ponerse guantes y una mascarilla para proteger las manos y las mucosas por el fuerte olor de la solución que hay que preparar.

En un recipiente de plástico hay que mezclar dos vasos de agua caliente, una taza de cloro o lavandina, media de taza de bicarbonato de sodio y un cuarto de taza de agua oxigenada. Después, con una cuchara se remueve hasta integrar bien todos estos ingredientes potencialmente blanqueadores y que queden perfectamente diluidos.

Lo mejor de este truco casero es que se realiza en casa con productos asequibles

Se sumerge una esponja o cepillo en la mezcla y se pasa por el plástico amarillento (tanto el del exterior como el del interior de los electrodomésticos) realizando para ello movimientos circulares. Una vez que la superficie está cubierta se deja actuar durante 25 minutos y, pasado ese tiempo, se humedece una bayeta de microfibra y se pasa para remover los residuos y la suciedad para, finalmente, secar con otro paño limpio. Esta operación se repetirá cada dos meses como medida de prevención y lo mejor de todo es que se hace en casa con productos asequibles.