Es noticia
“Los españoles sois muy fanfarrones en Argentina, pero os asustáis con Merkel”
  1. Alma, Corazón, Vida
LUCIO DI MATTEO, cronista del corralito

“Los españoles sois muy fanfarrones en Argentina, pero os asustáis con Merkel”

El analista argentino Lucio Di Matteo, uno de los mejores especialistas sobre el corralito, advierte que vamos a correr la misma suerte que su país

Foto: El periodista argentino Lucio Di Matteo. (El hombre del tres)
El periodista argentino Lucio Di Matteo. (El hombre del tres)

La alargada sombra del corralito no ha dejado de planear sobre los españoles con cada intervención económica, con cada escándalo financiero como el de las preferentes o cada vez que vemos remojar las barbas de vecinos europeos como Chipre o Grecia con nuevos ajustes. Una posibilidad que califica de “muy real” uno de los mejores especialistas sobre el corralito y la crisis argentina que lo generó, el periodista económico Lucio Di Matteo.

En su último libro El corralito. Un experimento argentino que viaja a Europa (El hombre del tres), Di Matteo ofrece las claves de lo que significó aquel “experimento” y desarrolla un análisis comparativo entre la actual situación política y económica de España y la vivida por Argentina en los años 2001 y 2002. Lo que siempre pareció un invento argentino imposible de exportar, “es ahora algo que en Europasiente más cercano”, sentencia.

Para el analista argentino, “si nos fijamos en los números macroeconómicos, España está peor que Argentina cuando sucedió el corralito, aunque en términos cualitativos esté mejor, en lo referente a temas como la financiación externa y que aquí aún no se ha dejado de prestar, como sí hizo con nosotros el FMI”. Sin embargo, esta mejor situación “cualitativa” pende del hilo alemán, el verdadero actor de la soberanía económica española, dice, “porque en cualquier momento puede decidir que deja de financiar, por ejemplo, a los países con deudas que superen el 100% de su PIB” (el tercer trimestre del año se cerró en el 93,4%). Por tanto, añade el periodista, “España está cerca de sufrir un corralito si se miran las cifras duras”.

Liderazgos duros: falta de valentía frente a Merkel

El imparable crecimiento de la deuda (un 5% con respecto al PIB en lo que va de año) y la fragilidad política que supone “depender de la voluntad alemana para que el BCE siga prestando dinero” son dos factores que nos acercan más al abismo del corralito. O esto, o el golpe en la mesa de Angela Merkel, al estilo argentino con el FMI, que implique una reestructuración de la deuda. Según Di Matteo, España no es consciente de su importancia en Europa y la crisis está haciendo que el amor propio caiga por los suelos, por lo que los líderes políticos se vuelven marionetas de los poderosos.

Alemania también tiene mucho que perder si no ayuda a los países endeudados, y esto lo vemos los de fuera pero no los propios españoles

Una falta de valentía política para plantarse frente a los poderes fácticos que, para el periodista económico, no está justificada. “Europa sigue ayudando a España porque sabe que no puede caer, no es lo mismo que Chipre o Grecia, porque si hay un default aquí sí se provocará un efecto dominó”, apunta. Es decir, que “Alemania también tiene mucho que perder”, y esto es algo que reconoce el argentino, se ve mejor desde fuera de España que desde dentro, pues el miedo inmoviliza e impide tomar decisiones profundas. “Si por ejemplo Rajoy dice que necesita una quita, o al menos seis meses sin pagar la deuda, a Europa no le queda más remedio que aceptar”, asegura.

Las tesis de Di Matteo tienen un tono un tanto belicoso, pero entiende que en situaciones extremas como la actual se necesitan “liderazgos fuertes”, para lo que incluso valora más la intuición política que la inteligencia económica, aunque “sin prejuicios ni dogmatismos”, según matiza. “Esto es como el incidente de Cataluña, que desde mi punto de vista no es más que una extorsión para que el Gobierno central les siga dando más dinero. Artur Mas sabe que si presiona con la independencia, aunque no llegue a producirse formalmente, la prima de riesgo de España se disparará, algo difícil de asumir”. Una ventaja negociadora que, según añade el periodista, “no ocurriría con un liderazgo fuerte de Rajoy”.

El orgulloso carácter español como vía de salida

Di Matteo parece afirmar que en épocas de crisis, importa más el carácter para tomar decisiones políticas duras, aún en contra de los deseos del FMI o el BCE, que la propia situación financiera. “Noto que en España, como ocurría en Argentina antes del corralito, haymiedo de discutir alternativas de salida a la crisis. Si allí decías que debíamos llevar a cabo una convertibilidad te llamaban traidor, hasta el punto de que Menen llegó al Gobierno con el slogan de ‘Yo, o el caos’. Luego vino un presidente (Eduardo Duhalde) que apenas sabía de economía pero que fue firme y adoptó medidas drásticas, en realidad porque no tenía nada que perder, pero nos sirvieron para recuperar el PIB y generar empleo”, recuerda el periodista.

En España, como ocurría en Argentina antes del corralito, hay miedo de discutir alternativas de salida a la crisis

Las medidas adoptadas por aquel entonces en Argentina, principalmente “renegociando la deuda por las malas”, generó una fuerte desconfianza del sistema financiero hacia el país. Sin embargo, para Di Matteo fue un mal menor porque “salimos rápido de la crisis, mientras que en España me da la sensación de que se tardarán muchos años hasta que vuelvan a descender las tasas de paro, se recuperen los salarios y los jóvenes puedan emanciparse”.

Para que no se prolongue la agonía y se recupere la influencia perdida en la arena política internacional, el analista económico apela positivamente al carácter latino y fanfarrón de los españoles, como una personalidad a rescatar. “Es curioso que en Latinoamérica seáis tan orgullosos de vuestro país y que os pavonéis de vuestras multinacionales, pero luego seáis tan poco valientes en Europa. Ese orgullo tan vuestro tenéis que recuperarlo y demostrárselo a los europeos ricos y blancos, decirles que la deuda os asfixia y que no podéis asumir más ajustes”, explica el argentino. Sin decisión, lamenta Di Matteo, “Alemania se quedará con todo, los ricos serán más ricos y los pobres, donde desgraciadamente le ha tocado estar a España, serán también más pobres”.

La suerte y la desgracia de no sufrir un default

La falta de alternativa política y la abundancia de perfiles bajos entre los líderes de los principales partidos, -“Rajoy no es Aznar ni Rubalcaba es Felipe González” matiza Di Matteo-, no deja mucho lugar al optimismo. Además de la peculiar apelación al carácter patrio, el argentino opina que una coalición entre los países deudores ayudaría a emprender el camino de salida de la crisis.

Los líderes argentinos postcorralito no tenían mucha idea de economía, pero eran más de raza, contaban con intuición y carecían de miedo

“Si España se planta frente a Alemania junto a Italia, Portugal o Grecia,Merkel tendría que acabar cediendo, pero en este momento parece que nadie está dispuesto a romper el actual equilibrio de fuerzas”, reconoce. Como contrapartida de los “hipermoderados” líderes europeos, Di Matteo apela a los líderes argentinos postcorralito que, “pese a no tener ni idea de economía, eran más de raza, contaban con intuición y carecían de miedo. Por eso creo que los españoles también deberían recuperar un poco más la llamada ‘furia española’ para saliradelante”.

Para el analista económico argentino España se encuentra ante un cierto inmovilismo porque tiene “la suerte y la desgracia” de no haber sufrido un default o un corralito. El lado positivo es que no se encuentra en una situación de empobrecimiento insostenible, con mucha hambre y saqueos constantes, mientras que el negativo es que, si no hay un parón económico, tampoco hay posibilidad de adoptar medidas arriesgadas y diferentes a las exigidas por los poderes financieros para salir de la crisis.

Asfixia contenida y naturalización de la desigualdad social

El impago de la deuda nunca se hubiese producido sin haber llegado al default, explica Di Matteo, porque “las opciones eran o no pagar o que se incendiase el país, y los políticos de turno no quisieron suicidarse”. El argentino recuerda que en una conversación mantenida con el portavoz del Gobierno en abril de 2001 (el default se produjo en diciembre), éste le dijo que ni siquiera tenían dinero para pagar el papel higiénico en la Casa Rosada. Ni imaginarse lo que estaba ocurriendo en las calles, “pues los saqueoseran en busca de comida y no de gafas de marca como en los disturbios de las últimas semanas, y la cifra de muertos alcanzaba los 39 cuando se tomó la decisión”.

En abril de 2001 un portavoz del Gobierno me dijo que se habían quedado sin papel higiénico en la Casa Rosada por falta de dinero

El golpe en la mesa del FMI no es algo de lo que diga estar especialmente orgulloso el analista, pero entiende que el país estaba en una encrucijada y se intentó todo lo posible hasta que la situación se hizo insostenible. Un extremo al que no ha llegado España, pero que al mismo tiempo le impide tomar decisiones en contra de seguir sosteniendo el pago de la deuda, añade.

El empobrecimiento de la población española será menos rápido y traumático gracias a esta diferencia, pero las condiciones económicas de las familias seguirán empeorando “porque serán siempre los ciudadanos y no los banqueros quienes tengan que asumir sacrificios para pagar la fiesta”. Además, lo que sucede de este modo es que “se naturaliza la desigualdad, se asume como algo normal que el crecimiento económico signifique que sólo unos pocos se enriquezcan más y que nos acostumbremos a la desigualdad social permanente. Algo así como un matrimonio en el que hay malos tratos y no se rompe”, sentencia Di Matteo.

La alargada sombra del corralito no ha dejado de planear sobre los españoles con cada intervención económica, con cada escándalo financiero como el de las preferentes o cada vez que vemos remojar las barbas de vecinos europeos como Chipre o Grecia con nuevos ajustes. Una posibilidad que califica de “muy real” uno de los mejores especialistas sobre el corralito y la crisis argentina que lo generó, el periodista económico Lucio Di Matteo.

Noticias de Argentina Crisis Desigualdad Sistema financiero Liderazgo Deuda