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"Ningún partido socialdemócrata sobrevivirá haciendo políticas neoliberales"
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OSKAR LAFONTAINE INTENTARÁ AGLUTINAR A LA IZQUIERDA EUROPEA

"Ningún partido socialdemócrata sobrevivirá haciendo políticas neoliberales"

“Las dificultades por las que estamos atravesando no se deben a un problema entre Alemania y los países del sur de Europa, sino entre la mayoría

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"Ningún partido socialdemócrata sobrevivirá haciendo políticas neoliberales"

“Las dificultades por las que estamos atravesando no se deben a un problema entre Alemania y los países del sur de Europa, sino entre la mayoría de los población europea y los intereses de los mercados financieros. Angela Merkel no es la única que legisla a favor de las minorías con grandes fortunas, lo han hecho todos los gobiernos europeos, y el español, con Rodríguez Zapatero a la cabeza, el primero”. A Oskar Lafontaine, antiguo dirigente del SPD alemán, y actual portavoz de la coalición Die Linke (La Izquierda), le irritan especialmente las lecturas vagas sobre el origen y los culpables de la crisis. Europeísta e internacionalista convencido no soporta que el actual contexto de grandes dificultades económicas sea un pretexto para enfrentar a los pueblos, según explica a El Confidencial.

Su propuesta política, y la que Die Linke llevará en el programa electoral el próximo otoño, apenas tiene reminiscencias nacionales. La mayor parte de su artillería está enfocada hacia Europa, y su anhelo, dice, es que se logre coordinar una alternativa trasnacional, que responda a las necesidades de la “mayoría de europeos subordinados a los intereses financieros de unos pocos”. Sus tres mandamientos con los que peleará en Europa son: hacer que el BCE conceda directamente crédito a los países, regular estrictamente a los bancos para que ninguno sea lo suficientemente grande como para tener que ser rescatado y hacer una quita de la deuda. Unas medidas que, según asegura, evitarán peligros sistémicos y harán que la economía vuelva a fluir. Pero para llevarlas a cabo, dice, tenemos que darnos cuenta de que el patrimonio de las grandes fortunas es el mismo que las deudas acumuladas por los Estados. 

Precisamente, esta intención de “construir conjuntamente una respuesta europea” es lo que lo ha traído a Madrid. Ayer mismo se reunió en el Congreso de los Diputados con el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, y con el eurodiputado Willy Meyer. Hoy participará en el Ateneo de Madrid en la jornada “La alternativa socialista”, que organiza la plataforma “Construyendo la Izquierda”. Allí estarán, entre otros, Dimitris Touskulas, diputado de Syriza, o Yolanda Díaz, diputada en el Parlamento gallego de Alternativa Galega de Esquerdas (una formación que apenas unos meses después de nacer se convirtió en la tercera fuerza política gallega, por encima del BNG).

Una alternativa conjunta que incluya a todos los europeos

Para Lafontaine es inútil plantear alternativas de forma aislada. Debido a la globalización económica y el estrechamiento de los lazos entre los países, las propuestas deben ser conjuntas, no podemos liberar a un país por separado de los mercados financieros”, apunta. Como ejemplo pone a Grecia y las amenazas de Bruselas ante una posible mayoría absoluta de Syriza en las urnas. “Tenemos unas estructuras de poder muy fuertes que bloquearán cualquier alternativa que se proponga contra las minorías financieras”. En cambio, añade, “si logramos articularlo a nivel europeo habrá más posibilidades”.

Sólo una alternativa trasnacional podrá responder a las necesidades de la mayoría de europeos

La estrategia política del dirigente de Die Linke diverge de la defendida por muchos de sus hipotéticos aliados. Especialmente de Syriza, en cuyas filas comienza a ganar peso la idea de que la única salida de la crisis está fuera del euro y de la UE. “Yo creo que debemos cambiar las instituciones europeas desde dentro, pero primero, claro está, hay que democratizarlas. No puedo asegurar que esta idea vaya a tener éxito, pero sí estoy seguro que lo debemos intentar. De lo contrario permaneceremos en esta misma situación y las consecuencias ya las conocemos”, indica el político alemán.

El discurso de Lafontaine es directo y conciso. Los adornos sobran, y eso parece alejarlo del resto de representantes políticos. En realidad, lo que lo diferencia verdaderamente es que es un viejo político, pero de un nuevo partido. Es consciente de que la socialdemocracia, en la que militó durante toda su vida hasta su abandono en 2005, acabará desmoronándose. Por aquel entonces, pocos entendían sus duras críticas hacia las políticas económicas promovidas por Schröeder y su advertencia de lo que acabarían provocando.Beppe Grillo sólo es descontento, pero no una alternativa con propuestas

Hoy, la realidad parece haberle dado la razón, al menos, tras haberse cumplido los malos presagios que anunció. De hecho, esta es la principal baza que guarda para las próximas elecciones y que lo legitima al frente del partido con posibilidades crecientes de gobernar: “Todos los gobiernos socialdemócratas que sucumbieron a las políticas neoliberales han perdido las elecciones. El SPD, el PSOK, el PSOE… incluso a Bersani (líder de la coalición italiana de centro-izquierda en las pasadas elecciones) le ha pasado lo que le ha pasado porque dijo que iba a introducir medidas de austeridad, no tan extremas como Monti, pero con cariz neoliberal”, concluye.

Ni socialdemocracia ni populismo: “Izquierda real”

Ciertamente, la socialdemocracia ha dejado un espacio electoral vacío, sobre todo en Grecia y Portugal, mientras que en España se atisba una situación similar y una u otra tendencia, más o menos radical o populista, acabará ocupándolo. En Italia, el Movimiento Cinco Estrellas liderado por Beppe Grillo parece ser uno de esos nuevos partidos catalizadores, populista para unos y regenerador para otros, que ha recogido el descontento de la población. Un nuevo proyecto que ya está siendo replicado en otros países, como el movimiento Roosevelt en Francia, el Best Party en Islandia, el UKIP en el Reino Unido o, incluso, el Partido X en España.

Lafontaine no cree que estas formaciones sean capaces de dar una respuesta adecuada a la situación que vivimos. “Está muy bien recoger el descontento de la ciudadanía y aglutinarlo, pero luego tienes que hacer propuestas. El reto debe ser crear una sociedad en la que los intereses de la mayoría se consigan imponer sobre los de las minorías, eso es lo que llamamos democracia”, explica. Por ello, no cree que haya otro camino más recto para alcanzar esta meta que el de la organización en un partido de “la izquierda verdadera”.

“Las dificultades por las que estamos atravesando no se deben a un problema entre Alemania y los países del sur de Europa, sino entre la mayoría de los población europea y los intereses de los mercados financieros. Angela Merkel no es la única que legisla a favor de las minorías con grandes fortunas, lo han hecho todos los gobiernos europeos, y el español, con Rodríguez Zapatero a la cabeza, el primero”. A Oskar Lafontaine, antiguo dirigente del SPD alemán, y actual portavoz de la coalición Die Linke (La Izquierda), le irritan especialmente las lecturas vagas sobre el origen y los culpables de la crisis. Europeísta e internacionalista convencido no soporta que el actual contexto de grandes dificultades económicas sea un pretexto para enfrentar a los pueblos, según explica a El Confidencial.