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El regreso del SARS: ¿estamos en vísperas de una nueva pandemia?
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HAN APARECIDO NUEVOS CASOS

El regreso del SARS: ¿estamos en vísperas de una nueva pandemia?

En la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Londres, un qatarí de 49 años, aislado, en estado crítico y bajo vigilancia constante, está siendo

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El regreso del SARS: ¿estamos en vísperas de una nueva pandemia?

En la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Londres, un qatarí de 49 años, aislado, en estado crítico y bajo vigilancia constante, está siendo tratado por problemas renales que quizá acaben con su vida. La razón por la que se está mostrando tanto interés en el enfermo es que se trata del portador de un nuevo virus respiratorio que se parece sospechosamente al SARS (“síndrome respiratorio agudo y grave”), que tan letal resultó durante el año 2003 en China, Hong Kong o Vietnam (pero también en otros países como Canadá), tal y como ha confirmado la Agencia de Protección de la Salud de Reino Unido (HPA). Por esa misma razón, la Organización Mundial de la Salud publicó en su página web el pasado domingo un resumen del caso del hombre, que probablemente fuese contagiado durante un viaje a Arabia Saudí. El enfermo comenzó a manifestar los primeros síntomas el día 3 de septiembre, fue ingresado en Doha (Qatar) el día 7 y cuatro días después fue trasladado a Londres donde permanece internado.

La OMS no ha planteado ninguna recomendación ni restricción especial para los viajerosLA HPA señala que este nuevo virus proviene de la misma familia que el letal SARS, que se cobró más de ochocientas vidas hace una década, por lo que la organización se está apresurando en obtener soluciones y respuestas lo más rápidamente posible. Por ahora, han dado con que el nuevo coronavirus –la misma familia a la que pertenece el virus del resfriado– encaja en un 99,5% con la configuración de un virus identificado previamente en la Universidad de Erasmo, en Holanda; la única diferencia entre ambos se encontraba en un nucleótido. Este otro organismo fue obtenido de los pulmones de un hombre de Arabia Saudí de sesenta años que falleció por esa misma infección, lo que ha llevado a los investigadores a localizar el foco en algún lugar del país del Medio Este.

¿Deberíamos preocuparnos?

Antes que las alarmas salten a nivel global, los médicos británicos se muestran bastante cautos al respecto, y recuerdan que no se trata de más que de casos aislados que no se espera que vayan a reproducirse. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, no ha planteado por ahora ninguna restricción para viajar ni tampoco recomendaciones adicionales. En la misma línea se encuentran las declaraciones del director del Centro de Infección Respiratoria del Imperial College Peter Openshaw, que señalaba que no se sentía “inmediatamente preocupado” por la  posibilidad de propagación del virus. Además, relativiza la importancia de estos dos casos al no tener relación aparente entre sí. El grupo de expertos británico señalaba que aunque el virus podría transmitirse por la tos o los estornudos, no consideran que sea fácilmente contagioso, ya que en ese caso se habrían localizado más casos semejantes. Finalmente, se recuerda que los coronavirus son especialmente frágiles y que la higiene puede acabar de manera sencilla con ellos.  

El SARS acabó con la vida del 12% de los infectadosEn ese sentido, el doctor Michael Osterholm de la Universidad de Minnesota señalaba a Associated Press que “aún no se sabe si el asunto quedará en nada o si evolucionará hasta convertirse en un virus parecido al SARS”, al mismo tiempo que recordaba que probablemente se parezca más a este organismo que al del resfriado común, ya que este último “no mata a nadie”. El nivel de afinación que permiten las técnicas modernas de secuenciación de genes puede provocar que, en muchos casos, se localicen potenciales amenazas que no sean más que una falsa alarma, y quizá nos encontremos ante uno de esos casos.

¿SARS letal?

Dados los antecedentes, resulta natural que muchos investigadores se muestren preocupados, ya que la epidemia de SARS que se produjo entre finales de 2002 y comienzos del año 2003 acabó con cientos de vidas en más de treinta países a lo largo y ancho de todo el planeta, una vez se expandió desde su foco inicial en Asia. Sin embargo, muchos han considerado que la cifra (que oscilaba dependiendo de la fuente consultada) no era lo suficientemente significativa como para llevarse las manos a la cabeza si se comparaba con las muertes que causa la gripe en todo el mundo al año, unas 250.000.

En aquel caso, la propagación del virus fue rápida y global, transmitida también a través de la tos y los estornudos, y que dio lugar a la utilización de mascarillas por parte de la población china, la más afectada, para evitar el contagio. Los viajeros de todo el planeta fueron los responsables de llevar el virus a todos los continentes, y llegó a acabar con la vida del 12% de los infectados (una cifra que ascendía al 18,2% en China y Hong Kong). Entre los síntomas que presentaba dicha enfermedad se encontraban una fiebre superior a los 38 grados y problemas respiratorios (tos, hipoxia, dificultad para respirar). Sin embargo, las probabilidades de que el nuevo coronavirus dé lugar a las mismas consecuencias que el SARS son, por ahora, reducidas.

En la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Londres, un qatarí de 49 años, aislado, en estado crítico y bajo vigilancia constante, está siendo tratado por problemas renales que quizá acaben con su vida. La razón por la que se está mostrando tanto interés en el enfermo es que se trata del portador de un nuevo virus respiratorio que se parece sospechosamente al SARS (“síndrome respiratorio agudo y grave”), que tan letal resultó durante el año 2003 en China, Hong Kong o Vietnam (pero también en otros países como Canadá), tal y como ha confirmado la Agencia de Protección de la Salud de Reino Unido (HPA). Por esa misma razón, la Organización Mundial de la Salud publicó en su página web el pasado domingo un resumen del caso del hombre, que probablemente fuese contagiado durante un viaje a Arabia Saudí. El enfermo comenzó a manifestar los primeros síntomas el día 3 de septiembre, fue ingresado en Doha (Qatar) el día 7 y cuatro días después fue trasladado a Londres donde permanece internado.