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La era postantibióticos, a la vuelta de la esquina
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SERÁ “EL FIN DE LA MEDICINA TAL Y COMO LA CONOCEMOS”

La era postantibióticos, a la vuelta de la esquina

La directora general de la OMS –Organización Mundial de la Salud– y premio Príncipe de Asturias de Cooperación, Margaret Chan, alertaba la semana pasada de la

Foto: La era postantibióticos, a la vuelta de la esquina
La era postantibióticos, a la vuelta de la esquina

La directora general de la OMS –Organización Mundial de la Salud– y premio Príncipe de Asturias de Cooperación, Margaret Chan, alertaba la semana pasada de la creciente amenaza de las bacterias resistentes a los antibióticos. Lo hacía durante la presentación de The Evolving Threat of Antimicrobial Resistance: Options for Action, una completa publicación con la que la OMS pretende arrojar luz sobre un fenómeno que amenaza con convertirse silenciosamente en un problema de salud pública de primer orden.

Margaret Chan no ha escatimado dramatismo a la hora de concienciar del problema. “La era postantibióticos implica acabar con la medicina moderna tal y como la conocemos. Cosas tan comunes como una infección de garganta o el rasguño de la rodilla de un niño podrían volver a matar”.

La lista de bacterias resistentes al antibiótico crece a un ritmo preocupante

Algunas de las enfermedades más comunes relacionadas con bacterias resistentes al antibiótico son la neumonía, la tuberculosis, la artritis infecciosa, la meningitis, la sepsis, la fascitis necrotizante o la bacteriemia. La lista crece cada día y en las próximas décadas podría ampliarse con un repertorio de infecciones más graves.

La resistencia a los antibióticos se dispara

Aunque los virus y ciertos parásitos son capaces de desarrollar resistencia a los antibióticos, son las bacterias las que gozan de una mayor capacidad de adaptación. Con una vida media de veinte minutos, las sucesivas generaciones de bacterias se suceden a una velocidad de vértigo, por lo que las mutaciones propias de la selección natural operan en ellas con gran rapidez. Además, estos microorganismos tienen la habilidad de transmitirse genes entre sí mediante la llamada transferencia horizontal; cuando una bacteria porta los genes de resistencia, puede pasarle esta información genética a otra y hacerla, como ella, inmune.

Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta

Aunque los antimicrobianos nos parezcan hoy una parte fundamental de la disciplina médica, lo cierto es que su uso generalizado no alcanza siquiera el siglo.

El primer antibiótico producido en masa sería la penicilina, cuyo uso médico se sistematizó a partir de 1943. Sólo cuatro años después, en 1947, se descubrieron las primeras cepas de bacterias staphylococcus aureus resistentes a la penicilina y quince años más tarde el microorganismo ya resistía el uso de la meticilina. Hoy la mitad de infecciones de este estafilococo en Estados Unidos son inmunes también a la tetraciclina y la eritromicina.

La resistencia al antibiótico es una estrategia adaptativa. Es inevitable que las bacterias la desarrollen, pero dos factores, según los expertos, están disparando la velocidad con que lo hacen. El primero es el abuso del antibiótico. Al tomarlos en exceso de cantidad –sin sufrir infección o para la infección incorrecta– o calidad –tomar antibióticos de amplio espectro, práctica recurrente en la automedicación–, contribuimos a que las bacterias se conviertan en resistentes de forma más rápida. También lo hacemos si no completamos la toma prescrita o si recurrimos a antibióticos de baja calidad.

Se administran más antibióticos a animales sanos que a seres humanos enfermos

El otro factor –y para muchos, el más importante– es la administración sistemática de antibióticos a animales sanos. De poco sirve el consumo responsable en personas cuando más de la mitad de los antibióticos que producen los países se destina, de hecho, al consumo animal en piensos y compuestos alimenticios. Muchas bacterias se propagan con facilidad entre animales humanos y el hecho de que se conviertan en resistentes al antibiótico no sólo las hace más peligrosas: también propicia el salto zoológico.

Son cada día más las instituciones médicas que piden acabar con esta práctica, especialmente desde que la documentación de cepas del staphylococcus aureus en caballos, gatos y perros –que se creen derivadas de la humana– hiciera saltar las alarmas. La propia Chan aseguraba en Copenhague que “el hecho de que se esté administrando mucha más cantidad de antibióticos a animales sanos que a seres humanos enfermos es digno de preocupación”.

Un problema de salud pública

Chan también alerta del peligro de poner todas nuestras esperanzas en alternativas que, como la terapia fágica, podrían sustituir al antibiótico en determinados supuestos: “Los tratamientos alternativos son más costosos, más tóxicos, requieren una administración mucho más larga y en ocasiones, el internamiento en unidades de cuidados intensivos […] Algunas intervenciones complejas, como el reemplazo de la cadera, el trasplante de órganos, la quimioterapia para el cáncer o el cuidado de niños prematuros serán más complicadas e incluso más peligrosas de acometer”.

Técnicas como la terapia fágica son alternativas menos solventes que el antibiótico

Para la directora de la OMS, la estrategia pasa por la racionalización del uso de antibióticos y la desaparición del producto de la dieta industrial para animales: “¿Por qué invertir cantidades de dinero considerables en el desarrollo de nuevos antimicrobianos si el uso irracional acelerara su inefectividad antes de que se pueda recuperar la inversión?”, se planteó. La pregunta de Chan bien podría ir dirigida a las industrias farmacéuticas y del alimento para animales, que tradicionalmente han eludido tanta recomendación haya emitido la OMS al respecto. 

Junto con la concienciación de los profesionales de la medicina, la regulación institucional y la actuación responsable de las industrias, Chan destaca que la iniciativa individual es fundamental para atajar el problema. Prevenir la infección mediante la higiene y recurrir exclusivamente al tratamiento de antibióticos prescrito por un médico son costumbres que ayudarán a que nuestros hijos y nietos disfruten de medicamentos tan eficaces como los antibióticos de hoy en día.

La directora general de la OMS –Organización Mundial de la Salud– y premio Príncipe de Asturias de Cooperación, Margaret Chan, alertaba la semana pasada de la creciente amenaza de las bacterias resistentes a los antibióticos. Lo hacía durante la presentación de The Evolving Threat of Antimicrobial Resistance: Options for Action, una completa publicación con la que la OMS pretende arrojar luz sobre un fenómeno que amenaza con convertirse silenciosamente en un problema de salud pública de primer orden.