Los arándanos curan algunas infecciones urinarias femeninas

Un remedio casero muy conocido para curar las infecciones urinarias da buen resultado en algunas mujeres, según una revisión de varios estudios. Durante años, el zumo de arándanos rojos se utilizó como tratamiento para las infecciones urinarias recurrentes e investigaciones sugieren que ciertas sustancias en esa fruta impedirían que las bacterias se adhieran a la pared interna de la vejiga.

En el nuevo estudio, la doctora Ruth Jepson, de Universidad de Stirling, en Escocia, y un colega analizaron si los productos de arándanos pueden prevenir la recurrencia de IU. Para ello, el equipo revisó 10 estudios previos y halló algunas pruebas de que el jugo de arándanos rojos o los suplementos serían efectivos en mujeres con IU reiteradas. Sin embargo, los beneficios en otras personas, incluidos los adultos mayores, un grupo con alto riesgo de IU, eran inciertos.

Los resultados fueron publicados en Cochrane Library, una revista de Cochrane Collaboration, organización internacional que evalúa estudios clínicos. Las diez investigaciones revisadas incluyeron un total de 1.049 adultos. En algunos, el jugo de arándanos rojos se comparaba con agua u otro jugo; otras investigaciones comparaban pastillas de arándanos con placebo.

Los investigadores hallaron que los productos de arándanos reducían un tercio la recurrencia de infecciones en un año, aunque ésto no apareció en todos los estudios o para todos los grupos. Y aunque en general las mujeres que tienen este problema de forma recurrente obtenían alivio, los estudios no aclaraban cuánto jugo necesitarían beber, o por cuánto tiempo, para prevenir las infecciones urinarias.

Aun así, señaló Jepson, los resultados sugieren que esas mujeres deberían probar el jugo de arándanos rojos. Y agregó que las pacientes deberían tener en cuenta el costo de beber el jugo habitualmente, como así también la cantidad de calorías adicionales, aunque existen versiones reducidas en azúcar.

En cuanto a los suplementos de arándano, dos estudios determinan que darían buenos resultados, pero aún existen obstáculos para recomendarlos. Por un lado, se comercializan con diferentes concentraciones y se desconoce cuál es la dosis y el tiempo de uso óptimos. Asimismo, destacó la investigadora, no está demostrado si los suplementos son equivalentes al jugo en cuanto a las sustancias biológicamente activas de la fruta. Esos ingredientes perderían sus cualidades o se destruirían en la manufactura.