La mitad de los pacientes con sobrepeso sufren síndrome metabólico

El 50% de los pacientes que acuden a las consultas de Atención Primaria con sobrepeso u obesidad sufren Síndrome Metabólico, una asociación de alteraciones clínicas y metabólicas como la obesidad abdominal, la hipertensión arterial, el aumento de la glucemia y trastornos en los niveles de colesterol.

Así lo pone de manifiesto un proyecto de investigación realizado por un grupo de trabajo de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), realizado en siete comunidades autónomas y en el que han participado 2.500 pacientes y 140 investigadores, con la colaboración de los laboratorios farmacéuticos Bayer. Según el doctor Ángel Modrego, director del estudio, más del 50% de los pacientes con Síndrome Metabólico es hipertenso; el 60%, aumento de los niveles de colesterol, y el 49%, exceso de triglicéridos.

"Concienciar a los pacientes de la necesidad de seguir una dieta saludable, practicar ejercicio físico o abandonar el hábito tabáquico no es tarea fácil", asegura Mogredo, "de hecho se ha demostrado con este estudio que sólo en el 9% de los pacientes fumadores se hizo una intervención profesional correcta".

"También hemos constatado, añade el facultativo, que el 13,5% de los fumadores con Síndrome Metabólico continua con el hábito tabáquico y que, a pesar de las recomendaciones de realizar una dieta hipocalórica y ejercicio físico, el perímetro de la cintura medio de estos pacientes seguía siendo superior a los 104 centímetros, con una masa corporal media de 31,8". Así pues, el proyecto de esta sociedad médica evidencia "la poca efectividad que están teniendo los consejos médicos de dieta y ejercicio físico, aunque el 79,8% de los pacientes asegure llevarlos a cabo".

El estudio propone una serie de cambios estructurales, de organización y formación en las consultas de Atención Primaria, que ya están aplicando los profesionales implicados en este estudio desde principios de año, con el compromiso de evaluar la efectividad de las medidas propuestas a finales de 2007. "Estos cambios deberían conseguir modificaciones en el estilo de vida de este grupo de pacientes y garantizar el uso de fármacos que se han mostrado más eficientes en las alteraciones que conlleva su patología", concluye Modrego en una nota.